Este artículo se publicó hace 13 años.
La escabechina
Tras la ilusión óptica de la cumbre, llega un nuevo y más duro ajuste
Después de la fiesta de fuegos artificiales de la cumbre europea, la prima de riesgo de Italia y España vuelve a subir y las bolsas vuelven a reflejar sus temores anteriores ante la recesión europea que se avecina. Y, sobre todo, la confirmación de lo que ya se sabía antes de los acuerdos para erigir la muralla china que proteja a Italia y España: el problema de fondo es que la economía real atraviesa un estado de coma que puede, incluso, conocer un mayor deterioro.
La tasa de paro de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2011 se sitúa en el 21,52% con 4.978.300 personas desempleadas. Pero el dato mas fiable, el único, incluso, que se publica en algunos países, es la cifra desestacionalizada, donde se quitan todos los factores temporales que influyen en el resultado. Y, según la Síntesis de Indicadores Económicos del Ministerio de Economía y Hacienda, publicada el mismo día que la EPA, es decir, el pasado viernes, esa tasa desestacionalizada supera la barrera de los cinco millones. El dato es 5.095.200. Un dato que refleja una economía en recaída o, como mínimo, en estado de coma, según ha anticipado ayer el Banco de España (crecimiento cero en el tercer trimestre).
Primero nunca llegaríamos a los cuatro millones (exministro Celestino Corbacho) y después tampoco llegaríamos a los cinco (vicepresidenta Elena Salgado). La realidad: 2011 terminará, incluso con los datos sin desestacionalizar, por encima de los cinco millones. Porque todavía falta la EPA del cuarto trimestre de 2011, que se conocerá a finales de enero de 2012. Y como se trata de un momento estacional malo (en el ultimo trimestre de 2010, el paro subió 121.900 personas), ya no puede caber duda alguna que habremos de superar holgadamente los cinco millones.
¿Y por qué siendo el tercer trimestre julio-agosto-septiembre estacionalmente favorable ha llevado a un error en casi todos los modelos de previsión, según los cuales la EPA iba a dar una caída? Aunque no fue la motivación fundamental, Zapatero y Rubalcaba tomaron en cuenta esa posibilidad al decidir el adelanto electoral.
Los modelos fallaron porque los factores estacionales quedaron más que sobrepasados por la nueva realidad posterior al 22 de mayo de 2011. Los nuevos gobiernos autonómicos y los ayuntamientos se sumaron al proceso que ya había comenzado en Cataluya y que ha impulsado el Gobierno de Zapatero: el ajuste fiscal para conseguir reducir el déficit a fin de cumplir los compromisos firmados con Bruselas. El empleo público, que todo hay que decirlo, había subido considerablemente a pesar de la crisis, ha sufrido un primer ajuste. Y ello, más la nueva caída de la construcción, dio al traste con los efectos estacionales generalmente favorables en el tercer trimestre.
Si ya septiembre había dado una clara sorpresa en términos tanto de paro registrado como en afiliaciones, que se dispararon por el efecto de ajuste, octubre, según va confirmando el Ministerio de Trabajo, ampliará la sangría. El aumento de 68.000 parados y la pérdida de afiliaciones de 5.331, en octubre de 2010, van a ser ampliamente superados, según fuentes oficiales, por el dato que se va a conocer el próximo jueves.
Pero esto no ha sido más que el comienzo. El déficit público debería terminar en el 6% a finales de 2011. El Banco de España ya advierte de que existen riesgos de desviación. ¿Pero en cuánto? Si el déficit se dispara al 7,5% u 8%, 2012 será para España el año de una nueva escabechina. Porque eso y no otra cosa será rebajar, como recuerda el Banco de España en su informe difundido ayer, el déficit al 4,4% en 2012.
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