En el mundo hay 32 países con un nivel de competitividad superior al de España, varios de ellos con economías menos desarrolladas, como Qatar, Malasia, Arabia Saudí, China, Chile o Brunei. Y la situación no va a mejor, sino que en 2008, a raíz de la crisis, empeoró cuatro posiciones, en beneficio de países como la República Checa.

El Informe de Competitividad Global 2009-2010, elaborado por el Foro Económico Mundial (el organismo que realiza cada enero la cumbre de líderes mundiales de Davos, Suiza) y dirigido por Xavier Sala-i-Martin, atribuye la mala situación de España a la 'elevada rigidez del mercado laboral, que desa-lienta la creación de empleo'. Si sólo se tuviera en cuenta este factor, estaría en el puesto 122 de los 133 países estudiados.

Si la rigidez del mercado laboral mantiene a España en una posición alejada de grandes potencias como Estados Unidos, Alemania o Francia, lo que le hizo retroceder en el último año fue la pérdida de estabilidad macroeconómica (del trigésimo al sexagésimo lugar) y la caída de 14 puestos sufrida por el sector financiero nacional, que se sitúa según este estudio en la posición número 50del mundo.

El líder de la clasificación general fue el año pasado Suiza, que desbancó a Estados Unidos y Singapur, gracias a su estabilidad, transparencia institucional e independencia del poder judicial. El estudio del FEM se toma como referencia en competitividad, pero tiene muchos detractores porque no se basa en datos estadísticos, sino que es el resultado de una encuesta en la que varía mucho la percepción que los ejecutivos tienen de la economía de su país.