El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó el miércoles la llegada del primer preso procedente de Guantánamo que España va a acoger para contribuir a cerrar la prisión estadounidense.

Se trata de un ciudadano palestino que no tiene causas penales pendientes en Estados Unidos, Europa o su lugar de origen, informó Rubalcaba en una comparecencia ante los medios de comunicación en el Congreso de los Diputados.

"No queremos dar más datos sencillamente porque pretendemos que quienes vengan a España puedan vivir y hacer su vida y a veces es difícilmente compatible con según que cosas. Queremos respetar al máximo su privacidad y que puedan rehacer su vida en nuestro país" declaró.

El ciudadano palestino, que llegó esta mañana a España, estará amparado en un artículo de la ley de extranjería que permite dar a una persona permiso de residencia y posibilidad de trabajar por razones humanitarias.

El Departamento de Justicia de EEUU, que tampoco confirmó la identidad del preso palestino, dijo el miércoles que también habían sido transferidos otros tres detenidos a Albania.

Se trata de Saleh Bin Hadi Asasi, originario de Túnez, Sharif Fati Ali al Mishad, ciudadano egipcio, y Abdul Rauf Omar Mohamad Abu al Qusin, natural de Libia.

El Departamento de Justicia agregó que había trabajado con los gobiernos de Albania y España para "asegurar que las transferencias tuvieran lugar bajo medidas de seguridad y consultas apropiadas".

No obstante, según el acuerdo alcanzado por la Unión Europea con Estados Unidos para contribuir a desmantelar Guantánamo, el preso acogido sólo tiene libertad de movimientos dentro de España.

El ministro precisó que hasta cinco presos podrían ser enviados a España, aunque este punto no está cerrado aún.

Tras asumir el cargo en enero de 2009, el presidente estadounidense, Barack Obama, prometió cerrar el centro en el plazo de un año, pero las dificultades legales sobre qué hacer con los prisioneros han hecho imposible cumplir la fecha límite.

El campo de detención de Guantánamo, donde aún quedan 188 prisioneros, se creó en enero de 2002 para acoger a extranjeros capturados después de que las fuerzas lideradas por Estados Unidos invadieran Afganistán para expulsar a Al Qaeda y los talibanes en respuesta a los atentados del 11 de septiembre del 2001.