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1-5. España se da un festín en Viena

EFE

La España del esplendor geométrico, esa que desquicia a sus rivales con la escuadra y el cartabón, volvió a darse un festín en Viena al golear (1-5) a una selección austríaca que recurrió a la dureza para tratar de frenar a la "Roja".

El rocoso equipo de Constantini trató de atajar el juego de alta escuela de la selección con presión y dureza, pero como la mayoría de los rivales, acabó anestesiado ante el hipnótico control del balón de los de Vicente Del Bosque.

La marcha Radetzky que pusieron en el estadio para desperezar al público pareció animar a los austríacos, que salieron a morder, y en el minuto 7 Walnner se coló por la derecha y cedió a Jantscher, quien marcó después de que el balón golpease en Ramos y despistase a Casillas.

Poco le duró el espejismo a Austria, tres minutos después Silva robó un balón cerca de la frontal del área y entre una nube de contrarios destiló un pase a Cesc, que batió a Gratzei entrando por el centro.

El segundo gol de España demostró todas sus virtudes: verticalidad, toque y definición. Xavi pasó a Iniesta, que entregó un preciso pase al desmarque de Villa, quien batió al meta austríaco con un tiro cruzado en el minuto 20. La remontada llegó en sólo 13 minutos.

Pero el partido se rompió definitivamente cuando Pehlivan vio la roja directa en el 27 por una dura entrada a Busquets, con quien se las había tenido desde el inicio del choque.

Para entonces el ambiente de confraternización se esfumó y el estadio empezó a pitar todas las acciones de los discípulos de Del Bosque.

Con Xavi a la batuta, asistido por unos magníficos Iniesta y Silva, la selección amordazó a Austria con una circulación trepidante del cuero y su habitual repertorio de pases perfectos.

En el 35, Silva estuvo a punto de ampliar la cuenta en un contragolpe que desbarató Gratzei con una estirada.

Con los de Constantini sufriendo la inferioridad numérica y España jugando con más libertad, Silva sacó de la chistera un pase cruzado al hueco que Villa materializó con sutileza en el minuto 45.

Austria sólo llegó a las inmediaciones de Casillas en alguna galopada solitaria y en los últimos 45 minutos Constantini adelantó mucho la defensa, dejando espacio a las internadas españolas en las bandas.

La segunda parte se convirtió en un monólogo de España, que marcó dos goles al poco de comenzar con Pablo Hernández como protagonista en ambos tantos.

En el primero asistió a Güiza, con éste anotando tras robarle la cartera al defensa, y en el segundo se marchó con habilidad y culminó tras un buen pase de Navas.

Con Pablo y Navas recreándose en los extremos, el juego de España arrinconó a un rival que estaba ya tumbado en la lona y para el que el encuentro se había convertido en un martirio.

Podían haber llegado más para España si se hubiera materializado un pase de la muerte de Güiza, después de un vistoso taconazo de Ramos, que rebotó en un defensa y acabó en el palo.

Los últimos minutos España tocó con placidez y ahogó a Austria, que tuvo una última oportunidad en un contragolpe que marró Hoffer ante Reina.

Alineaciones:

Austria: Gratzei; Garics, Dragovic, Scharner, Fuchs; Holzl (Patocka 46.), Leitgeb (Baumgartlinger, 37.), Pehlivan, Jantscher (Kavlak 60.); Janko (Hoffer 62) y Wallner (Alaba 68.)

España: Casillas (Reina, m.46); Ramos, Marchena, Albiol, Arbeloa; Busquets (Iraola, m. 60) Xavi (Pablo, m. 60), Iniesta (Navas, m. 46), Cesc, Silva (Negredo, m. 46) ; y Villa (Güiza, m.46).

Arbitro: Florian Meyer (Alemania). Mostró roja a Pehlivan en el 27; tarjetas amarillas a Wallner, Busquets y Cesc.

Estadio: Ernst Happel, 32.000 espectadores

Goles: 1-0, m.7: Jantscher. 1-1, m.10: Cesc. 1-2, m.20: Villa. 1-3, m.45: Silva. 1-4, m.56: Güiza. 1-5, m.57: Pablo Hernández.

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