España defenderá hoy que la UE debe firmar "cuanto antes" un Acuerdo de Asociación y Estabilización con Serbia -paso previo a la adhesión- aunque varios importantes acusados de crímenes durante la guerra de los Balcanes sigan fugitivos, por lo que espera que Holanda retire esta condición.

"No podemos convertir en un agujero negro en los Balcanes a un país tan importante como Serbia, por eso esperamos que dicho requisito no se mantenga para la firma", dijo hoy el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, a su llegada al Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE.

Por este mismo motivo, aseguró que el Gobierno "tiene muy claro" que no contemplaría "nunca" la entrada en la UE de la provincia secesionista de Kosovo -cuya independencia apoyan EEUU y la gran mayoría de países europeos- antes que la adhesión del país al que hoy pertenece, Serbia.

"Debe quedar muy claro que no debe haber ningún tipo de premio a la independencia de una provincia o una región", dijo Navarro, que aclaró que en cualquier caso hablan de "un concepto de soberanía muy limitado".

A este respecto, señaló que la de Kosovo "no es una independencia que pueda ser equivalente a la de un país normal", y que "en ningún caso ingresaría en la ONU, no tendría ejército ni moneda", sería controlada por tropas de la OTAN y tendría "una autoridad civil muy importante", la de la misión civil que pretende enviar la UE después de la segunda ronda electoral.

Sobre el reconocimiento del hipotético nuevo estado de Kosovo, Navarro recalcó que España no tiene tradición de efectuar este tipo de reconocimientos de manera explícita, y se refirió al caso de Montenegro, donde se hizo a través de una nota verbal, a pesar de que existía "una base jurídica que no hay en este caso".

"A nosotros no nos gusta la división de los países, y lo que está ocurriendo en Europa Oriental: donde había ocho estados hace 18 años hay ya 28 sin contar Kosovo", recalcó el secretario de Estado, que sustituye hoy al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, de viaje en África.

Los países europeos quieren enviar en este Consejo un "mensaje muy positivo" a Belgrado antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del próximo 3 de febrero, en las que podría revalidar su victoria en la primera ronda el ultranacionalista Tomislav Nikolic frente al europeísta Boris Tadic, actual presidente.

Por eso, explicó Navarro, España insistirá en que se firme el Acuerdo de Estabilización ya rubricado por la Comisión Europea hace una semana, sin "fijar dobles estándares en La Haya", donde se ubica el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY).

Recordó en este sentido que la UE aceptó hace más de dos años abrir negociaciones de adhesión con Croacia sin que hubiera entregado al criminal de guerra Ante Gotovina, que fue capturado después en Tenerife, y que aún quedan más fugitivos de esta nacionalidad.

Es Holanda, con el apoyo de Bélgica, el país más opuesto a la firma del Acuerdo hasta que Serbia ponga en manos del TPIY al ex líder militar serbobosnio Ratko Mladic y al ex dirigente Radovan Karadzic.

Para Holanda, cuyos "cascos azules" fueron testigos impotentes en 1995 de la matanza de miles de musulmanes bosnios en Srebrenica, esta entrega constituye una condición "sine qua non".