La expresidenta de Filipinas Gloria Macapagal Arroyo compareció hoy ante la Justicia para responder a las acusaciones de malversación de un fondo destinado a los trabajadores filipinos en el extranjero.

Arroyo acudió al Departamento de Justicia para realizar una declaración jurada que la exculpe de la malversación de 500 millones de pesos (11,73 millones de dólares o 8,14 millones de euros) de la que ha sido acusada por el antiguo fiscal general de Filipinas Francisco Chavez.

La acusación sostiene que la exmandataria autorizó el empleo de ese fondo para "utilizar cientos de millones de pesos para financiar su carrera electoral" en los comicios presidenciales de 2004, que finalmente ganó.

Chavez apuntó en su denuncia que gran parte de esos fondos fueron desviados a la agencia que se encarga de los seguros médicos, por lo que sostiene que pudieron servir para sufragar las millones de tarjetas sanitarias que Arroyo repartió entre potenciales votantes antes de los comicios.

Según explicó el abogado de Arroyo, Benjamin Santos, a la radio DZMA, la expresidenta alegó que ya fue absuelta de este caso por la defensora del Pueblo y además argumentó que no existe ninguna base jurídica para mantener su acusación.

La hoy congresista por su provincia natal de Pampanga también fue acusada de financiar parte de su campaña electoral de 2004 gracias a un fondo de 1.600 millones de pesos destinado a subvencionar la compra de fertilizantes para los agricultores.

Ninguna de las acusaciones de corrupción, fraude electoral u otros delitos atribuidos a Macapagal Arroyo, su esposo, Jose Miguel Arroyo, o personas próximas durante sus nueve años de mandato presidencial (2001-2010) han sido nunca probados en un tribunal de justicia.