Este artículo se publicó hace 15 años.
Festivales de pata negra
Ibéricos sin etiquetas. Rock, flamenco, hip hop o punk: la diversidad de estilos garantiza la afluencia de público
Hace apenas dos meses, el pinchazo de la burbuja festivalera se cobró a su primera víctima. Era un secreto a voces: este año, el Summercase, no se celebrará. Por la crisis, dijeron los organizadores, sin mencionar que en la última edición el festival había perdido 30.000 espectadores. Mientras el modelo Summercase naufragaba, otros festivales más modestos han seguido adelante sin problemas.
Esta temporada, en plena recesión, el rock reivindica de nuevo su lugar en España con dos grandes certámenes: Extremúsika que se celebra en Mérida a partir de hoy y hasta el sábado y Viña Rock, que tendrá lugar en Villarobledo durante el puente de mayo. Dos propuestas no centralistas que mantienen e incluso aumentan su presupuesto, gracias a su excepcional capacidad de atraer a un público masivo. Y todo apostando por música en castellano.
Son dos propuestas no centralistas que incluso aumentan su presupuestoEn el caso de Extremúsika, los promotores han elevado su presupuesto de los 1.5 millones de euros de 2008 a los 1.8 millones de este año. La previsión es superar los 60.000 espectadores. El cartel incluye hasta diez grupos internacionales, algo poco habitual en un certamen de rock español, con bandas legendarias como The Misfits, Bad Religion y Jethro Tull como principal reclamo. No faltarán los habituales Rosendo, Violadores del Verso, Def con Dos, Ojos de Brujo, Hamlet, Los Delinqüentes y Albert Plá, entre otros. "Nuestra apuesta es muy española, y no hacemos locuras. No es música de radiofórmula, pero tiene un público fiel", describe Ángel Romero, responsable de la empresa organizadora, A Vallekas Producciones.
Para todos los públicosLa intención de Extremúsika en esta edición, explica Romero, era ampliar y diversificar la oferta con el fin de combatir la crisis: "Sí, porque si la propuesta es más atrayente, siempre animará a más público", reflexiona. De ahí que haya más de 70 conciertos a elegir, con bandas de que van más allá del rock hasta se permiten el lujo de contratar a Los Chunguitos, Nacha Pop, Tequila y Tonino Carotone. "Nosotros no creemos en las tribus urbanas, sino en los gustos". Por eso también han apostado por introducir un meritorio homenaje al rock andaluz, con Triana, Smash y Raimundo Amador, a propuesta de Albertucho: "En el sur se vivió con mucha intensidad, y esta era una gran oportunidad para recuperarlos al resto de España", explica el cantante a Público.
Esta temporada, en plena recesión, el rock patrio reivindica su lugarMientras arranca Extremúsika, Viña Rock calienta motores. Celebró su primera edición en 1996 y es el festival decano del rock en España de los que siguen activos. Muchos de los grupos repiten cada año (Rosendo, Los Suaves, Barricada), pero siguen enganchando generación tras generación. "El público es muy conservador. Quieren lo que llevan escuchando durante toda la vida... ¡hasta te hacen creer que tú también eres todavía joven!", revela con ironía César Strawberry, líder de Def Con Dos.
Su principal reclamo es, en la palabras de Fernando Madina (Reincidentes) "poder escuchar a un buen puñado de bandas en poco tiempo y además hacerlo en pandilla. A algunos grupos los conoces pero no los has visto, a otros no te cansas de verlos y el resto sabías ni que existían, pero los descubres allí", ilustra.
Viña Rock fue "pionero en abrir el festival a otras tendencias musicales", como recuerda el rapero Nach, y su oferta incluye bandas de fusión y hip hop, como La Mala Rodríguez, El Bicho, Chambao y Ojos de Brujo. Los escenarios son temáticos, pero el público es compartido: un buen porcentaje de la gente se muda de un escenario a otro cuando acaban los conciertos. "Antes, los festivales se englobaban por temática, pero ahora es la gente la que no se encasilla", declara Albertucho. "En realidad, todos son grupos de rock. El rock tiene tirón porque es comprometido, es una voz discordante, tiene un mensaje, lucha contra el conformismo. Por eso gusta a los jóvenes. Es una forma de vida", según Madina. Más que por capricho de los promotores o por demanda, "la música ha cambiado, y los festivales son el eco de la diversificación actual", afirma Strawberry.
Más allá de la músicaEl público es tan masivo que permite albergar dos grandes festivales, fuera de los circuitos habituales de Madrid y Barcelona. Según Romero, este año Extremúsika superará su récord de 67.000 asistentes. La competencia no se resiente, y el hecho de que nazcan en Extremadura y Albacete, "donde hay poca actividad rockera, es especialmente bueno", apunta Strawberry. "Lo incomprensible es que estos festivales batan récords y a la prensa solo les interese el grupo danés que fue al FIB y que nadie conoce. Hay un cierto esnobismo en los medios, que creen más interesante todo lo que se hace fuera", se lamenta Madina.
El éxito de ambos festivales se esconde en todo lo que les rodea más allá de la música. Es un ritual y muchos van por tradición, independientemente del cartel, en busca del ambiente que se respira en la zona de acampada. "Lo importante es tanto la música como la juerga. La media de edad está en la veintena, y la mayoría son universitarios", asegura Gabriel Nieves, director de Viñarock.
Nach recuerda que la actitud importa, y que en los festivales también se reivindican otras expresiones, como el mural de grafiteros y el breakdance. "Pero a la mayoría, lo que les llama es la aventura, la música es solo el catalizador. Si te das una vuelta por el camping, verás que se forma una especie de Mad Max, entre el polvo, los moteros y las discotecas precarias de las tiendas. Hay un ambiente marciano, de personajes, además del sexo y las drogas. Todo eso forma parte de un buen festival", concluye Strawberry.
Ensalada de génerosMetal
"Lo que llama es la aventura, el ambiente; aquí la música es sólo un catalizador".
César Strawberry. Def Con Dos
Fusión
"El público ya no está encasillado, lo que provoca que todos tengamos cabida"
Alberto Romero
Albertucho
Hip Hop
"La actitud es tan importante como la música, por eso estos festivales enganchan"
Ignacio Fornés
Nach
Rock
"El rock tiene un mensaje, es discordante, y eso gusta a los jóvenes"
Fernando Madina
Reincidentes
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