Este artículo se publicó hace 12 años.
Fitch baja la calificación a Hungría al nivel de 'bono basura'
Bruselas se opone a restar independencia al banco central magiar
La agencia de calificación de riesgos Fitch bajó este viernes el rating de la deuda soberana de Hungría al nivel de BB+, lo que supone equipararla al "bono basura". Además, el informe hecho público por la agencia sitúa en perspectiva negativa la deuda húngara, con lo que no descarta más rebajas en el futuro. Fitch es la tercera entidad calificadora que reduce la nota de la deuda soberana del país a este nivel. Moody's anunció esa decisión el 6 de diciembre pasado y 15 días más tarde lo hizo Standard & Poor's.
Fitch justificó su medida en el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento de Hungría, debido a la "política económica no ortodoxa" que dificulta el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea sobre un préstamo que se negocia desde el mes pasado.
La agencia recordó que en los últimos días la cotización del forinto batió el mínimo histórico frente al euro y otras monedas, y revisó su anterior pronóstico de crecimiento de la economía húngara (0,5%) a una caída del 0,5%.
Hungría anunció en diciembre que iniciará negociaciones con la UE y el FMI sobre una línea preventiva créditos de entre 15.000 millones y 20.000 millones de euros, contactos que por ahora están interrumpidos.
El portavoz del Gobierno, András Giró-Szász, calificó la medida de "sorprendente" y explicó que en los últimos días el forinto ha recuperado su valor frente al euro y el Ejecutivo "ha aclarado su postura" sobre las negociaciones con el FMI y la UE.
El portavoz aludía así al anuncio de Budapest de que está dispuesto a iniciar las negociaciones sobre el préstamo "sin condiciones previas". Una decisión a la que llegó ante la imposibilidad de captar fondos en los mercados internacionales a unos tipos de interés asumibles.
Una de las decisiones que más resquemor está generando en los mercados y entre las autoridades europeas es la anunciada reforma del banco central húngaro, que podría suponer que las decisiones de política monetaria estuvieran más ligadas a intereses partidistas que a las necesidades a largo plazo del país.
Bruselas insistió este viernes en que necesita "garantías plenas" de que el Banco Central húngaro es completamente independiente antes de retomar el diálogo con el Gobierno conservador de Viktor Orbán para acceder a la ayuda internacional.
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