Este artículo se publicó hace 12 años.
El Gobierno deniega por dos veces el indulto a un extoxicómano de Vigo plenamente rehabilitado
En pleno debate sobre el indulto a los Mossos, varias organizaciones sociales de Vigo se movilizan para que el Ejecutivo perdone la pena de siete años de prisión a David Reboredo, quien hoy mismo ingresa en la cárcel por interca
La historia de David Reboredo, un vigués de 43 años, es como la de muchos adolescentes que en los años 80 cayeron en las drogas: después de empezar a fumar hachís, a los 16 años se enganchó a la heroína, una sustancia que entonces se podía conseguir con relativa facilidad en las calles de El Calvario, el barrio obrero de Vigo donde creció. Reboredo entró entonces en una espiral peligrosa pero muy típica: el consumo le llevó a delinquir y a cometer pequeños hurtos y robos por los que acabó en la cárcel.
El final de su historia podría haber sido triste y anónimo, como el de otros muchos drogodependientes. Pero en 1999, después de pasar un mes en prisión por robo, David Reboredo decidió dar un giro a su vida. Empezó a tomar metadona y emprendió un duro proceso de desintoxicación. Ahora, en 2012, y después de varias recaídas, ya lleva más de tres años sin consumir —su período más largo—, milita en Nova Esquerda Socialista, partido vinculado a Alternativa Galega de Esquerda de Xosé Manuel Beirás, y es conocido en Vigo por colaborar con numerosas causas solidarias y con varias asociaciones contra las drogas.
"Es una persona totalmente integrada", concluye Antón Bouza, coordinador del Grupo Imán de autoapoyo VIH-SIDA y adicciones de la Unidad de Apoyo a Drogodependencias, grupo con el que Reboredo colabora habitualmente.
¿Un final feliz? No. Al menos por ahora. Este mismo miércoles por la tarde David Reboredo ingresará en la cárcel de A Lama (Pontevedra) en aplicación de dos sentencias firmes de la Audiencia Provincial de Pontevedra que le condenan a tres años y medio de prisión cada una por sendos delitos de tráfico de drogas cometidos en los años 2006 y 2009, cuando sufrió recaídas en su proceso de desintoxicación. El total de la droga incautada no llega al medio gramo y el valor en el mercado, según se puede leer en las dos sentencias, alcanza una cifra casi irrisoria: 96 euros.
Reboredo, con una minusvalía del 45%, lleva más de tres años sin consumir ningún tipo de droga
Pese a todo, a las 11.30 horas de la mañana Reboredo está citado en la Audiencia Provincial para recoger la orden de ingreso en prisión. Allí acudirá arropado por los miembros de la Plataforma por el indulto de David Reboredo, una iniciativa cívica que ha surgido en Vigo.
Su abogado, el letrado Guillermo Presa Suárez, cuenta cómo se ha llegado a esta situación: "A David le condenaron en 2006 por la entrega de una única papelina a otro adicto, aunque no quedó acreditado que hubiera dinero de por medio. Consigue la suspensión de la condena por drogadicción y por estar en tratamiento en el momento de celebrarse el juicio. En 2009 sufre una recaída; le sorprenden entregando otra única papelina a otro adicto. Como consecuencia de eso se le abre otro procedimiento y se le condena otra vez, se le revoca la suspensión de la condena anterior por tener antecedentes penales y, por lo tanto, tiene por delante siete años de prisión por entregar dos papelinas".
Como explica el propio Reboredo, la pena es completamente desproporcionada en relación al delito: "Después de estar drogándome desde 16 años que por medio gramo vaya a estar siete años a la cárcel es escandaloso. Yo no gano nada, no tengo un duro, ellos lo saben. Era una papelina para un consumo propio: estábamos dos personas, va a pillar uno y luego se reparte, pero dijeron que yo había vendido droga. No soy ningún narco para que me metan siete años".
David Reboredo: "No soy ningún narco para que me metan siete años"
El abogado de David recurrió al Tribunal Supremo, que rechazó el recurso. Cuando ya no quedaban más opciones, el padre de David, Edmundo Reboredo, un invidente de 81 años, conocido en la ciudad por su actividad antifranquista durante la dictadura, solicitó al Gobierno dos indultos casi consecutivos (el 21 de febrero de 2012 y el 23 de abril de este mismo año) para su hijo David.
La respuesta del Ministerio de Justicia llegó hace pocas semanas: indultos denegados. Ahora sólo queda la posibilidad de la revisión del indulto, una opción ante la que David no se muestra muy optimista, pero que no paraliza el ingreso en prisión.
El abogado de David muestra su indignación por la denegación de los indultos, y mete el dedo en la llaga sobre el trato desigual que a veces se percibe en la Administración de Justicia. "Es cierto que tanto la Sala como el fiscal emitieron informes desfavorables para el indulto de David. Pero si el ministerio de Justicia tuviera la voluntad de concederlo, lo concedería. Es un escándalo que se deniegue el indulto a gente como David, ¡carajo! y se le conceda a los Mossos acusados de torturas o a un banquero. Hasta los propios jueces han criticado al Gobierno por eso", señala el abogado en alusión al manifiesto que suscribieron la semana pasada 180 jueces contra el perdón concedido a los Mossos d' Esquadra.
MovilizaciónEl caso de David Reboredo ha movilizado a una parte de la sociedad civil de Vigo, en concreto a todas las asociaciones de lucha contra la droga. No sólo por el agravio comparativo con otros casos como los de los Mossos. Su caso es muy especial, dicen. Además de estar plenamente integrado en la sociedad, David sufre problemas físicos graves: tiene una prótesis en la cadera y una minusvalía del 45%; ha sido operado hasta en cuatro ocasiones y es propenso a sufrir infecciones en los huesos. Reside en un apartamento de El Calvario con su pareja y vive gracias a la ayuda de sus hermanos y a los 400 euros mensuales que cobra por ser beneficiario de una Renta Activa de Inserción (RAI).
"Su ingreso en prisión sería volver a situaciones anteriores y de riesgo para el consumo", apuntan desde el Grupo Imán.
Nadie entiende por qué no le conceden el indulto a David Reboredo. Hasta 12 organizaciones sociales de la ciudad, —desde la fundación Érguete, pasando por Médicos del mundo hasta la parroquia Cristo de la Victoria y diversas asociaciones vecinales— han presentado informes favorables para su indulto. El ministerio de Justicia ha hecho oídos sordos.
"Es un escándalo que se deniegue el indulto a gente como David, ¡carajo! y se le conceda a los Mossos acusados de torturas "
Tampoco lo entiende el propio Reboredo: "Yo he cumplido lo que me han pedido. Pasé seis meses encerrado en un centro de desintoxicación a pesar de que estaba bien porque la jueza me lo impuso; me he hecho muchas analíticas forenses en el juzgado; dos veces a la semana paso controles de orina en la asociación CEDRO. Incluso la jueza me dijo que si no había consumo no había problema. Pero luego la fiscal se opuso a la suspensión de la condena. Ni siquiera tuvo en cuenta con el informe de los terapeutas y de los psiquiátras".
Reboredo también aplica la lógica económica a la decisión de denegarle el indulto. "Pedimos una cosa justa. Es ilógico que el propio Estado invierta el dinero en centros de desintoxicación y justo cuando estás bien te tiren todo por la borda y te metan en el peor sitio".
Reboredo ha perdido la primera batalla, pero espera ganar la última, el indulto, gracias al apoyo ciudadano. "Sé que voy a ir a la cárcel, pero voy a seguir luchando porque hay gente fuera que va a luchar por mí: mi pareja, mi familia, el partido... Eso me da ánimo y me permite tomármelo con esperanza".
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