El Gobierno de Honduras lamentó hoy la ejecución del hondureño Heliberto Chi en el penal de Huntsville, Texas (EE.UU.), y expresó sus condolencias a su familia.

En un comunicado, el Gobierno de Manuel Zelaya expresó que lamenta que las autoridades estadounidenses no hayan escuchado los llamamientos de clemencia de Honduras, otros amigos y organismos defensores de los derechos humanos.

Chi cumplía condena desde marzo de 2001 por el asesinato de un hombre para quien trabajó en Arlington (Texas) y su ejecución se pospuso el 2 de octubre de 2007 a raíz de una resolución de la Suprema Corte de EE.UU. mientras se decidía la constitucionalidad de la inyección letal.

El pasado lunes, una misión oficial de Honduras viajó a Houston, Texas, en un último intento por conseguir un nuevo aplazamiento de la ejecución de Chi.

El viceministro hondureño de Relaciones Exteriores, Eduardo Enrique Reina, leyó un comunicado del Gobierno lamentando el desenlace en el penal de Huntsville.

El Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, Ramón Custodio, también abogó porque Chi no fuera ejecutado.

Las autoridades de Honduras alegaron que en el caso de Chi se violentaron sus derechos porque cuando fue capturado no se notificó de tal hecho a las autoridades consulares hondureñas en Estados Unidos.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó hoy el recurso presentado a favor de Chi para que se suspendiera su ejecución, con lo que la familia del hondureño perdió toda esperanza en favor del hondureño.

La madre de Chi, Mirna Suyapa Chi, quien desde hace varios días se encuentra en Texas, confiaba en que hoy la justicia de Estados Unidos cambiara su decisión.