El Gobierno resiste las presiones

Como demostró la comparecencia del vicepresidente Solbes en el Congreso, los socialistas han decidido endurecer su postura en el tema de la financiación. "No queremos que la financiación esté sometida al pim-pam-pum de las autonomías", explica Jáuregui. "El Gobierno está practicando un rearme ideológico al respecto".

Solbes fue rotundo en su intervención: "Si no fuera posible el consenso, el Estado puede hacer prevalecer sus criterios". Una actitud que ha indignado a los partidos catalanes, incluido al president Montilla, que ya rechazó cualquier imposición. Y es probable que el Tripartito y CiU presenten una propuesta conjunta como alternativa a la de Solbes.

El PSOE ni siquiera garantiza que haya un texto definitivo en los tres meses pactados entre ICV y Moncloa. "Se acercará más a final de año", dice Jáuregui, quien quita peso a lo que llama "pseudoacuerdo", pero que evitó hace dos semanas que Zapatero tuviera que comparecer en el Congreso.

Mientras, en el PP sostienen que sólo aceptarán un acuerdo que cumpla cuatro requisitos: multilateralidad, aumento de los recursos, garantizar la igualdad en los servicios básicos a todos los ciudadanos y rechazo a una subida de impuestos. Ayllón aprovecha para lanzar dos mensajes: ni Solbes es "la persona indicada" para afrontar el debate, ni el PSOE podrá hacerlo si no pacifica antes a sus barones.