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Un grito que ya utilizaba Joan Gamper

'El Barça siempre ha significado una opción prepolítica que ha permitido a la gente identificarse con el club y con Catalunya'

R. V.

El fundador del Fútbol Club Barcelona, Joan Gamper, terminó el discurso de celebración de la bodas de plata de la entidad, en 1924, con un grito al cielo: 'Visca el Barça i visca Catalunya', tras el cual los aficionados presentes en Les Corts respondieron al unísono con otro 'visca'. Y fue durante la dictadura de Primo de Rivera cuando esta máxima tomó más sentido.

'El Barça siempre ha significado una opción prepolítica que ha permitido a la gente identificarse con el club y con Catalunya', apunta el historiador Josep Maria Solé i Sabaté. Y abunda: 'Quien sólo vea en el club una representación deportiva, se equivoca'.

'Quien sólo vea en el club una representación deportiva, se equivoca'

Tras el cierre de Les Corts en 1925 por silbar la Marcha Real en la disputa de un partido de homenaje al Orfeó Català y durante la dictadura de Primo de Rivera, 'el visca el Barça se convirtió en una contraseña para aquellos que no podían decir visca Catalunya', explica el periodista Jordi Finestres, coautor con Solé del libro El Barça en guerra (1936-1939). 'Durante la República lo habitual volvió a ser asociar un grito con otro', prosigue Finestres. 'El Barça, históricamente, se ha identificado con la libertad del pueblo de Catalunya, por eso se diferencia del resto de clubes', añade Solé. Finestres recuerda también el asesinato del presidente del club Josep Sunyol por parte de tropas franquistas para insistir en esta estrecha relación.

Y añade: 'Como explica Vázquez Montalbán, en la década de los sesenta, el grito visca el Barça i visca Catalunya era una muestra más de integración de los inmigrantes que llegaban a Barcelona'.

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