Este artículo se publicó hace 16 años.
«Guerra civil» contra la mafia
El ministro del Interior justifica el envío de tropas para combatir a la Camorra
La Camorra “ha declarado la guerra civil a Italia”, sentenció ayer el ministro del Interior Roberto Maroni. Con este argumento en la mano, Maroni justificó el envío del Ejército al sur de Italia para combatir a la mafia napolitana una semana después del asesinato de siete personas, en su mayoría inmigrantes africanos, en Caserta (Campania).
“El objetivo es localizar a los autores de la matanza, capturar a los fugitivos y expulsar a los (inmigrantes) clandestinos”, dijo Maroni. “El Estado debe responder con firmeza, recuperando el control del territorio”, añadió al explicar el envío de tropas aprobado ayer por el Consejo de Ministros. Los 500 soldados movilizados irán a las zonas donde la criminalidad organizada tiene más fuerza; es decir, a Sicilia y Campania.
Maroni no dudó en calificar los asesinatos como “un acto de terrorismo” y propuso una reforma normativa que reduzca los beneficios penitenciarios de los condenados por
delitos mafiosos.
Las declaraciones del ministro del Interior han levantado una fuerte polémica que amenaza con abrir una brecha dentro del Gobierno de
Silvio Berlusconi. El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, respondió a Maroni y aseguró que no se trata de una guerra civil, sino de “una guerra entre bandas”, quitando importancia al brutal asesinato múltiple en una misma noche.
Tras escuchar a su colega, Maroni telefoneó a Berlusconi y, según el diario La Repubblica, le reprochó las palabras de La Russa: “No es la primera vez que pasa y se está convirtiendo en un problema político. Además, las declaraciones de La Russa ponen en riesgo la eficacia de esta medida contra el crimen organizado”, dijo Maroni. La respuesta de Berlusconi aún no se conoce. Pero, durante la noche electoral, minutos después de saber que había ganado las elecciones, un periodista de SkyTV preguntó a Berlusconi qué haría contra la mafia y él respondió que expulsaría a los inmigrantes clandestinos. Asesinato múltiple
El crimen que ha provocado esta reacción del Gobierno se produjo el pasado viernes en Caserta. La noche empezó con el asesinato de un empresario italiano que tenía un negocio de apuestas. Minutos más tarde, a pocos kilómetros, unos seis o siete hombres del clan de los Casalesi acribillaron a un grupo de inmigrantes africanos en el barrio de Castel Volturno.
Murieron seis personas. Otro salvó la vida haciéndose el muerto, pero quedó gravemente herido. Gracias a su testimonio, la Policía logró detener a uno de los presuntos asesinos que tenía una condena en firme y estaba en arresto domiciliario.
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