Microsoft se ha empeñado en acabar con la tiranía de los mandos a distancia y promete que con Kinect, antes conocido con el nombre en clave Project Natal, no los echaremos de menos. Público ha entrevistado en exclusiva a Mark Whitten, máximo responsable de Xbox Live y principal encargado de dar vida a Kinect en la comunidad virtual de Microsoft. Whitten se muestra orgulloso de haber revolucionado el sector de los videojuegos y dar el poder al hombre sobre la máquina.

¿Qué es Kinect?

Es un dispositivo capaz de crear una experiencia totalmente interactiva gracias a su capacidad para captar el movimiento y su sistema de reconocimiento de voz. Hasta ahora, la tecnología obligaba a la gente a aprender para poder interactuar. Hemos eliminado la fase de aprendizaje de la ecuación. Por ejemplo, durante una película basta con una mano para parar la reproducción y rebobinarla. Es algo revolucionario.

¿En qué se basa esa revolución?

En descubrir nuevas formas de jugar y comunicarnos que la gente ni siquiera se imaginaba hasta hoy. Kinect ha hecho la tecnología accesible convirtiéndola en invisible. Lo importante es la simplicidad. Como en el caso de la electricidad; lo importante es encender el interruptor y que funcione. Esa es la magia.

¿Diremos adiós a los mandos definitivamente?

No. No se trata de eliminar los mandos, sino de ofrecer opciones distintas para disfrutar de la misma experiencia. Siempre habrá sitio para ellos en juegos como Halo, pero era el momento de hacer una revolución que permitiera a todos participar en el ocio digital.

¿Qué desaparecerá ahora? ¿Las consolas, quizás?

Estamos en un momento clave para la industria, en el que se experimentará con distintas opciones y se lanzarán al mercado multitud de productos novedosos. De hecho, Microsoft lleva casi una década desarrollando un sistema de reconocimiento de voz. Todo el mundo pensaba que serviría para transcribir textos o cosas así, pero finalmente ha formado parte de Kinect.

Algunos críticos lo tachan de herramienta social en lugar de sistema de juegos...

No creo que una condición excluya a la otra. Es una herramienta social y una plataforma de videojuegos, y ambas se complementan. La diversión de los juegos se puede trasladar a las redes sociales, compartiendo, por ejemplo, nuestras fotos o nuestros logros a través de Facebook. Si a la capacidad para jugar le añades la posibilidad de comunicarte con tu familia o amigos, se crea un producto con gran valor añadido.