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De Hoop destaca el trabajo para impedir bajas civiles y pide evitar el juego de las culpas

EFE

El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, aseguró hoy en Kabul que la Alianza Atlántica se esfuerza "duramente" para evitar bajas entre la población civil de Afganistán e insistió en la necesidad de no caer en un "juego de culpas" sobre estas víctimas.

De Hoop Scheffer hizo estas declaraciones tras reunirse con el presidente afgano, Hamid Karzai, en la capital afgana, a la que llegó hoy para una visita de dos días dirigida a evaluar la situación en el país centro-asiático.

"El presidente y yo nos damos cuenta de que las bajas civiles no son enteramente evitables. Pero hemos hecho mucho al respecto, hemos cambiado nuestras tácticas y hemos trabajado duro para ello", afirmó el responsable de la OTAN en una rueda de prensa.

De Hoop recalcó que "no es muy útil" comenzar "un juego de culpas entre organizaciones internacionales" sobre las bajas civiles, al tiempo que dijo que es "un error" considerar que las tropas internacionales están "en la misma categoría moral" que los combatientes talibanes.

"Nosotros tratamos de evitar las víctimas civiles en la medida de lo posible", señaló el secretario general de la Alianza, que acusó a los insurgentes de "matar indiscriminadamente" a la población afgana.

Por su parte, el presidente afgano hizo una distinción entre los combatientes extremistas y aquellos talibanes "que no son parte de la red Al Qaeda u otras redes terroristas, que no quieren la violencia contra los afganos y no quieren frenar la reconstrucción".

Con estos últimos, explicó, ha habido "un creciente numero de contactos, tanto en Afganistán como en Pakistán", especialmente "en los últimos siete u ocho meses".

Karzai, que en varias ocasiones ha defendido el diálogo con los talibanes moderados que quieren insertarse en el proceso político del país y ha reconocido conversaciones, detalló sin embargo que los contactos no se realizan con autoridades talibanes "centralizadas".

"No tenemos conocimiento de una persona o una oficina que nos haya contactado representando a todo el movimiento talibán", indicó.

El presidente aseguró que el Gobierno considera "bienvenidos" a aquellos talibanes moderados que rechacen la violencia "y estén a favor de la paz y estabilidad en Afganistán".

El país asiático vive su año más sangriento desde la caída del régimen talibán, en 2001, con más de 5.700 muertos a causa de la violencia.

La OTAN tiene desplegados en Afganistán unos 35.000 soldados como parte de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad (ISAF), a los que se suman unos 12.000 soldados que están en el país bajo mando directo de Washington.

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