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Iberdrola reta a ACS en la batalla por el consejo

La eléctrica propone nombrar a dos vocales ajenos a la constructora e ignora sus peticiones. La junta decidirá

A. M. VÉLEZ

Iberdrola propondrá nombrar a dos nuevos consejeros en la junta de accionistas del próximo 26 de marzo; pero, para desgracia de ACS (su máximo accionista), se trata de dos personas ajenas a la constructora. Si la constructora quiere vocales, deberá pedirlos en la junta y obtener el respaldo de la mayoría de los accionistas. Iberdrola quiere que Helena Antolín y Santiago Martínez Lage sustituyan a José Orbegozo y Lucas de Oriol, dos independientes ligados a la empresa por lazos familiares. Dimiten por razones personales.

ACS, que aspira a tener dos consejeros en Iberdrola, puede proponer nombramientos alternativos por vía notarial, como hizo el año pasado. La junta será una ocasión para medir fuerzas. La caja vasca BBK (segundo accionista de Iberdrola, con un 6,8%) será determinante. Si acaba apoyando a ACS (hasta ahora, no lo ha hecho), más de la mitad de los accionistas representados en el consejo estarían en contra del presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, en su veto a ACS. En medios próximos a la eléctrica dan por hecho que BBK seguirá de su lado.

Con su 12% en Iberdrola (un 5%, a través de derivados financieros), ACS podría nombrar un vocal. Tiene alternativas, como aliarse con algún fondo de inversión, para alcanzar el 13,34% que, en virtud del sistema de representación proporcional, debería tener para reclamar dos vocales.

Iberdrola basa su veto a ACS en que compiten en negocios como las renovables y la ingeniería. Hasta hace poco, la excusa era que no había vacantes. La propuesta de nombramientos llega tras la proposición del PSOE de eliminar los blindajes accionariales que permiten a las empresas que lo aprueban (como Iberdrola y Repsol) limitar los derechos políticos de un único accionista al 10%, aunque su participación sea superior.

El consejo de Iberdrola decidió también reelegir a otros siete de sus 15 consejeros, que este año acaban el mandato de cinco años para el que fueron nombrados, entre ellos, el presidente de la compañía.

Además, Iberdrola aprobó ampliar capital por hasta 1.048 millones de euros para poner en marcha el nuevo método de retribución a sus accionistas, que consistirá en abonar el dividendo complementario de 2009 en forma de acciones.

El sistema podría permitir a la eléctrica ahorrarse hasta 500 millones en efectivo si todos los accionistas lo aceptan y puede ser un dilema para ACS: si coge las acciones, cobrará menos dividendo en metálico y verá mermada su principal vía para financiar su entrada en Iberdrola. Y si elige el dinero, su participación se diluirá muy ligeramente.

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