El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Ramin Mehmanparast, declaró hoy que el caso de los tres ciudadanos norteamericanos detenidos en Irán "es un tema judicial" al que no pueden afectar las presiones políticas.

Los estadounidenses Shane Michael Bauer, Joshua Felix y Sarah Emily Shourd fueron arrestados el 31 de julio del pasado año tras cruzar ilegalmente la frontera entre Irak e Irán y están acusados por las autoridades iraníes de espionaje.

Los detenidos, así como sus familias, aseguran que son turistas que se perdieron durante una excursión y entraron por error en Irán.

"Los tres norteamericanos fueron detenidos por la entrada ilegal en el territorio iraní por lo tanto su delito es obvio y deben responder por ello como cualquier otra persona", reiteró Mehmanparast en declaraciones citadas por la agencia semi oficial iraní Fars.

El portavoz de la diplomacia iraní añadió que "las entidades competentes están estudiando las acusaciones de cometer actos contra la seguridad de la República Islámica de Irán".

"Es un caso meramente judicial al que no pueden afectar las presiones políticas y las polémicas provocadas por los medios de comunicación", agregó.

El portavoz iraní rechazó cualquier relación entre la detención de estas tres personas con los iraníes detenidos en EEUU y afirmó que los tres norteamericanos han sido tratados conforme a las normas islámicas y humanas durante su cautiverio.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, exigió el pasado viernes la liberación inmediata de estas personas, de las que dijo que "nunca han trabajado para el Gobierno de EEUU. Simplemente, son jóvenes de mente abierta, aventureros que representan lo mejor de EEUU y del espíritu humano".