Ronald Koeman, entrenador holandés del Valencia, que despidió el año con un empate 2-2 ante el Zaragoza en La Romareda, ha igualado el peor arranque de un técnico valencianista en los últimos veintidós años.

El preparador valencianista ha disputado, desde que debutara ante el Rosenborg noruego con derrota por 0-2 en la Liga de Campeones el pasado seis de noviembre, diez encuentros con un balance de dos triunfos, cuatro empates y cuatro derrotas, con siete goles a favor y doce en contra.

Con Koeman al frente, el Valencia ganó al Real Murcia (3-0) en Liga y al Real Irún (1-2) en Copa, empató contra el Schalke 04 y Chelsea (0-0) en la Liga de Campeones y con el Real Zaragoza (2-2) y Osasuna (0-0) en la Liga, y perdió ante el Rosenborg (0-2) en Europa, mientras que en el torneo doméstico también cayó ante el Racing de Santander (1-0), Athletic de Bilbao (0-3), y Barcelona (0-3).

Para encontrar un antecedente similar hay que remontarse a la temporada 93-94, cuando el preparador uruguayo Héctor Núñez, que sustituyó en el cargo al holandés Guus Hiddink después de la goleada de Karlsruhe, donde perdió el equipo por 7-0, también obtuvo registros similares en sus diez primeros partidos.

Núñez, que ocupó el banquillo valencianista desde la decimoséptima jornada de Liga hasta la vigésimo séptima, completó un balance en sus diez primeros encuentros de dos victorias, cuatro empates y cuatro derrotas con trece goles a favor y diecinueve en contra.

En aquel entonces, el Valencia venció al Racing de Santander (2-1) en Liga y frente al Tenerife (3-2) en Copa del Rey, empató ante Osasuna (0-0), Valladolid (1-1), Oviedo (2-2) y Lleida (3-3) y perdió frente al Tenerife (3-2) en Copa y en el campeonato liguero con Deportivo (1-3), Atlético (2-0) y Tenerife (1-0).

El Valencia prescindió de sus servicios tras perder contra el Athletic de Bilbao en San Mamés por 2-1 en la jornada 27 y nada más llegar Paco Roig a la presidencia del club, que volvió a dejar el equipo en manos de Guus Hiddink para que acabase la temporada después de que un técnico de la casa como José Manuel Rielo asumiera la dirección deportiva durante dos partidos de transición.

Sin embargo, peor que el debut de Héctor Núñez y el de Koeman fue la tercera etapa del hispano-argentino Alfredo Di Stefano en el banquillo valenciano.

En la campaña 85-86, curso en el que el club acabó descendiendo a Segunda división, Di Stefano tan sólo fue capaz de sumar ocho puntos en los primeros diez encuentros al frente del equipo después de haber sustituido a Óscar Valdez en el cargo a falta de doce jornadas para el final del campeonato.