Este artículo se publicó hace 16 años.
La ley limitará a los charlatanes
Una directiva de la UE, aún sin aplicar en España, obliga a demostrar los supuestos poderes en caso de juicio
Circula por distintos foros de Internet una lista de videntes estafadores. Con su nombre, sus apellidos y la ciudad donde ejercen como charlatanes. Hace unos años, una vidente de origen brasileño que practicaba supuestos rituales de santería y magia logró estafar cerca de 12.000 euros a una zamorana de mediana edad. La estafadora pidió a la mujer que llevara a su consulta dinero en metálico y joyas para practicar un “ritual de limpieza” que a la engañada no le sirvió de nada.
Casos como estos ocurren todos los días, denuncian en la asociación Círculo Escéptico, que lucha contra la superchería, sin que las autoridades, ni administrativas ni judiciales, hagan nada. La Unión Europea ha decidido poner freno a los charlatanes a través de una directiva relativa a las prácticas comerciales desleales que obligará, entre otras cosas, a los videntes y santeros a demostrar sus supuestos poderes en el caso de ser llevados a juicio.
“Hasta ahora, el engañado era el que tenía que demostrar la estafa y muchas veces el juez no le daba la razón porque entendía que, con su credulidad, había dado pie al engaño”, explica Fernando Frías, abogado y portavoz de Círculo Escéptico. La legislación vigente considera estas prácticas como arrendamientos de servicios en los que no hay por qué garantizar ningún resultado.
Frías pone como ejemplo una sentencia del Tribunal Supremo de febrero de 2007 en la que el tribunal negó la razón a dos hermanos gaditanos que habían denunciado a una supuesta sanadora que les prometió curar a su padre, enfermo de cárcel terminal y que les estafó más de 18.000 euros. La mujer fue absuelta porque los jueces consideraron en la sentencia que “el ciudadano medio de nuestra sociedad tiene un nivel de información sobre estas enfermedades (en este caso la del padre de los estafados) que dificilmente puede alegar confianza racional en poderes paranormales”.
El problema es que España aún no ha aplicado la directiva europea, aunque el Ministerio de Sanidad y Consumo se ha comprometido a que lo hará proximamente. “La Unión Europea fijó diciembre del año pasado como fecha para que los países miembros aplicasen la directiva, pero de momento, sólo lo han hecho la mitad”, señala Mauricio-José Schwarz Huerta, divulgador científico y miembro también de Círculo Escéptico. La directiva se refiere a todas las relaciones comerciales y exige que el vendedor del producto informe de forma clara y veraz de las intenciones del vendedor.
Desde Círculo Escéptico piden además al Gobierno central medidas complementarias a la directiva que garanticen al consumidor el no ser víctima de un fraude. “Para que haya multas o penas de cárcel hay que cambiar el Código Penal”, señalan Frías y Schwarz. También exigen la modificación de la ley relativa a la publicidad para que los videntes no puedan anunciarse como tales en los medios de comunicación.
Pero Círculo Escéptico tiene un largo trabajo por delante. Un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del año 2005 señaló que los estudiantes españoles entre 18 y 24 años son más propensos a creer en videntes y brujas que las personas mayores de 45 años sin estudios.
Según este mismo informe, las mujeres son un 40 % más susceptibles de creer en este tipo de fenómenos paranormales que los hombres. La media del porcentaje de hombres que creen en la superchería es de un 10,24 %, mientras que el porcentaje de mujeres que creen es del 14,2 %.
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