El líder del principal partido de la oposición de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, aseguró hoy que esta listo para negociar con el ZANU-PF, actualmente en el poder, bajo la condición indispensable de que cese la violencia.

"Estamos preparados para negociar con el ZANU-PF pero por supuesto es importante que ciertos principios sean aceptados antes de que comiencen las negociaciones", dijo Tsvangirai a la radio sudafricana "702".

"Una de esas condiciones es que la violencia contra la gente cese", añadió.

Tsvangirai anunció ayer en una rueda de prensa que el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) no se presentaría a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que están previstas para el próximo 27 de junio, acusando a los seguidores del ZANU-PF, al ejército del país y a la policía de haber asesinado a cerca de setenta de sus partidarios.

Mientras, el gobierno de Zimbabue reaccionó a estas declaraciones al señalar que no se están "tomando las amenazas seriamente".

"Esta es la décimo primera vez que Tsvangirai amenaza con no presentarse a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y en cada ocasión le he retado a que lo presente por escrito, como exige la ley", dijo ayer el portavoz de la Subcomisión de Medios, Patrick Chinamasa, en una rueda de prensa.

La Unión Africana (UA) hizo público hoy un comunicado en el que señala que la retirada de Tsvangirai y "los crecientes actos de violencia (...) son un motivo de profunda preocupación para la Comisión de la UA".

El presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping, pidió que "los partidos de Zimbabue trabajen para superar los desafíos a los que se enfrenta el país en esta época crítica de su historia".

Tsvangirai recibió hoy el apoyo del ex candidato a la presidencia y anterior ministro del gobierno de Mugabe, Simba Makoni. "Es totalmente comprensible y apropiado que Tsvangirai no quiera presentarse a las elecciones" dijo hoy a la radio local "702". "Debía haber tomado la decisión mucho antes", añadió.

La violencia se intensificó en Zimbabue después de una primera vuelta de los comicios que se celebraron el 29 de marzo. El MDC se hizo con el poder en el Parlamento. Sin embargo, ninguno de los candidatos consiguió obtener la mayoría absoluta necesaria en Zimbabue para hacerse con la Presidencia.

Tsvangirai obtuvo el 47,9 por ciento de los votos y Mugabe un 43,2 por ciento, aunque el MDC nunca aceptó los resultados, que según ellos estaban amañados para favorecer al actual presidente.