Este artículo se publicó hace 15 años.
Liencres, un campo de dunas a 12 kilómetros de Santander
Una playa atípica, entre acantilados y pinares, con bellos atardeceres.
Acercarse a la playa de Liencres es ir de sorpresa en sorpresa. Nada más dejar atrás la población del mismo nombre aparece una franja costera salpicada de islotes rocosos, en medio de un litoral abrupto entre praderías y un pinar marítimo. Sobrepasada la sombra de estos árboles se descubre una sucesión de dunas en las que acantilados y pinares siguen siendo protagonistas.
El arenal conocido como Liencres, que en realidad se llama Valdearenas, es uno de esos rincones atípicos para su categoría: más que bañándose (porque el oleaje aquí es intenso, el viento fuerte y las corrientes peligrosas), esta playa se disfruta caminando. El escenario invita a hacerlo: el arenal está enclavado en el Parque Natural de Liencres, que delimitado por la ría de Mogro, encierra el campo de dunas vivas más rico de toda la costa cantábrica. Compuesto por cuatro playas de fina arena blanca (además de Liencres, las de Mogro, El Puntal y Canavalle), su valor fue puesto de manifiesto con su declaración, en 1986, como primer Espacio Natural Protegido de Cantabria. Situado junto a la desembocadura del río Pas, el Parque Natural, además de su interés paisajístico, tiene otro innegable a nivel de fauna y flora, siendo lugar de paso de numerosas aves acuáticas migratorias.
Liencres es una playa hecha más para el paseo que para el baño, de bonitos atardeceresLa otra gran experiencia en Liencres son sus atardeceres: con la isla de la Conejera al fondo, al caer el sol la playa adquiere tonalidades de matices irreales. Las últimas luces del día se reflejan sobre los casi tres kilómetros de arenas doradas, que el viento ha ido modelando hasta otorgarles su aspecto actual. Ver morir el sol junto al Cantábrico en este entorno natural privilegiado es una experiencia que justifica, por sí sola, una visita a la playa.
Para quienes quieran prolongar su estancia en esta zona de Cantabria, las opciones son diversas: además de la propia capital, Santander, ciudad señorial y marítima, otra buena alternativa es Santillana del Mar, con un casco medieval repleto de palacios y casas blasonadas. En Puente Viesgo, las cuevas de El Castillo y Las Monedas, declaradas Patrimonio de la Humanidad, conservan diversas pinturas paleolíticas también dignas de mención.
Más información
Oficina de Turismo de Piélagos.
Barrio de la Iglesia, 19, 1ª planta, Liencres (Piélagos).
Tel. 942 579 878.
Cómo llegar
En Santander se toma la autopista A-67 en dirección Torrelavega hasta la salida 7. Tras recorrer cuatro kilómetros por la CA-303 se llega a Liencres, donde se puede tomar la CA-231 hacia Bóo de Piélagos. Antes de alcanzar esta localidad, un indicador nos señalará el camino hacia la playa de Valdearenas, punto de entrada además del Parque Natural de Liencres.
Dónde comer
En Puente Arce, muy cerca de las playas del Parque Natural de Liendres, El Nuevo Molino ofrece una carta trimestral basada en productos de mercado en un bello entorno. En Santander, dos recomendaciones: El Serbal, un restaurante de cocina de autor, y La Bombi, con cocina tradicional y marinera.
Dónde dormir
En la zona residencial del Paseo de Castelar, Vincci Puertochico es un alojamiento totalmente remodelado en 2003 y decorado según el estilo de los hoteles-boutique, que ofrece buenas vistas sobre la bahía de Santander. El diseño moderno predomina en el NH Ciudad de Santander , ubicado en una construcción vanguardista próxima también al Puerto Chico, así como a la popular playa del Sardinero. Frente a este arenal y junto al Gran Casino, el Hoyuela presenta una decoración de sabor clásico en sus habitaciones de suelo enmoquetado en rojo y con vistas al mar.
Próxima playa
Cala del Senyor Ramón.
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