Este artículo se publicó hace 15 años.
Lula pide a Bélgica apoyo para reformar las Naciones Unidas
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha defendido hoy en Bruselas una reforma de las Naciones Unidas para que países en desarrollo ocupen un puesto permanente en su Consejo de Seguridad, a lo que Bélgica ha respondido que Brasil debe estar representado en ese órgano de la ONU.
Lula da Silva ha iniciado hoy una visita oficial de dos días a Bélgica,antes de participar el martes en Estocolmo en la cumbre entre la Unión Europea y Brasil, con una reunión con el primer ministro de ese país, Herman Van Rompuy, con quien asistió a la firma de varios acuerdos de cooperación bilateral.
"En la reciente reunión del G20 (en Pittsburgh), Brasil y la Unión Europea estuvieron unidos en la defensa de una gobernanza global representativa, democrática y, por esa razón, más legítima y eficaz", indicó Lula ante la prensa tras la firma de esos tratados.
"Para ello es necesaria una reforma profunda de las Naciones Unidas, la inclusión de los países en desarrollo como miembros permanentes en su Consejo de Seguridad", enfatizó.
Van Rompuy, por su parte, recalcó que Brasil debe tener un puesto en ese órgano, y agregó que su peso en el seno de las instituciones financieras debe estar en sintonía con su papel en la economía mundial.
Frente a la actual crisis económica mundial, Lula abogó por una "acción coordinada" para evitar un empeoramiento de la situación, así como una regulación "eficaz" de los agentes financieros.
También advirtió de que un "abandono prematuro" de las medidas emprendidas para estimular la producción y el consumo afectaría primero a los países más pobres y los más perjudicados por la recesión global.
"Cuento con la determinación de Bélgica para que la Unión Europea haga su parte a la hora de cumplir con las decisiones de Pittsburgh", señaló.
El líder brasileño también consideró "fundamental" la "rápida conclusión" de la ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial, a fin de contribuir a la recuperación de la economía global, y apostó por fortalecer un sistema multilateral de comercio y luchar contra el proteccionismo.
Para ello, dijo que Brasil "está determinado a "concluir rápidamente el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Mercosur", que se encuentra estancado ante la falta de avances en las negociaciones en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Lula también se refirió a la cumbre sobre el clima de la ONU que tendrá lugar en diciembre en Copenhague, de la que se espera un nuevo protocolo internacional para combatir el cambio climático que sustituya al de Kioto, que caduca en 2010.
"En Copenhague presentaremos cifras que confirmarán nuestra contribución efectiva para la reducción de las emisiones que causan el efecto invernadero", apuntó.
En su opinión, brasil ha "asumido una posición de liderazgo" que le permitirá "exigir a todos, especialmente a los más ricos, tasas de reducción de emisiones más claras", y se mostró convencido de la posibilidad de preservar el planeta sin afectar al desarrollo de los países más pobres.
Como contribución de su país a ese reto, aludió a la "revolución de los biocarburantes".
Van Rompuy, por su parte, elogió los esfuerzos del país suramericano por reducir la deforestación de la Amazonía, "causa principal de las emisiones de CO2".
En el contexto de la reunión bilateral belgo-brasileña, el canciller carioca, Celso Amorim, y su homólogo belga, Yves Leterme, firmaron diversos acuerdos de colaboración en materia de transferencia de presos, previsión social, consultas políticas, cultura, logística portuaria o migraciones.
Uno de ellos garantizará que los brasileños que trabajan en ese país europeo -hay un total de 40.000 registrados- podrán beneficiarse de la seguridad social si deciden volver a su país de origen, un tratado recíproco para los belgas empleados en Brasil.
También rubricaron un acuerdo que abre la vía para colaboraciones en "sectores clave" como el espacial, el nuclear, la nanotecnología, la biotecnología, la sanidad pública o la epidemiología.
Asimismo, el memorando de entendimiento sobre consultas políticas que concluyeron establecerá reuniones de alto nivel entre ambos países cada seis meses.
En el plano cultural, Brasil será el país invitado en el festival cultural Europalia 2010, que se celebra cada dos años, lo que permitirá a Europa "conocer a Brasil en todas su diversidad", dijo el presidente brasileño.
Lula tiene previsto reunirse mañana con el rey de los belgas, Alberto II, y visitar el Parlamento federal, además de participar en un seminario con empresarios belgas.
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