Este artículo se publicó hace 11 años.
Manuel Mota, un Alexander McQueen a la española
La muerte del creativo de Pronovias recuerda a la del diseñador londinense, que también conmocionó al mundo de la moda en 2010
El pasado martes fue encontrado el cadáver del diseñador catalán de Pronovias, Manuel Mota, director creativo de la firma, en la que trabajó durante 23 años. Todos los indicios apuntan a que el modisto catalán se quitó la vida: apareció en los aseos de un ambulatorio de Sitges (Barcelona) con un puñal clavado en el pecho y con la puerta cerrada por dentro.
El diseñador llevaba encima una mochila en cuyo interior había tres cartas cartas de despedida, una para su pareja, otra para su familia y una última para los Mossos d'Esquadra. Según el diario El País, en la carta dirigida a los agentes de la autoridad, abierta posteriormente en el juzgado, "el modisto explicaba que estaba atravesando una depresión, causada en parte por un problema laboral". En una de las misivas también pedía que no fuera nadie de Pronovias a su funeral, que se celebró ayer, viernes, en Reus (Tarragona), su ciudad natal, a excepción de Paquita, su mano derecha y encargada del taller de costura; Martina, la diseñadora de su equipo, y Montse, de recursos humanos.
El caso de Manuel Mota recuerda al del diseñador Alexander McQueen. El creador británico que revolucionó la moda se ahorcó en 201o en su casa del West End londinense tras consumir una combinación de cocaína, tranquilizantes y somníferos, según concluyó el informe forense del caso. McQueen fue mucho más parco en su despedida. Tan sólo dejó una escueta nota: "Cuidad a mis perros. Lo siento, os quiero.Lee". McQueen decidió suicidarse como consecuencia de la depresión que acarreaba tras la muerte de su madre.
Mota tenía motivos bien distintos según han afirmado sus familiares más cercanos. Su hermana declaró en su página personal de Facebook que el catalán sufría un tremendo acoso por parte de la Pronovias hasta el punto que le llevó a quitarse la vida.
Tampoco las muertes de Dior o Versace estuvieron exentas de polémica: la muerte del primero aún está por concretar, mientras que el segundo fue tiroteado a quemarropa delnate su mansión de Miami Beach. Su presunto asesino, Andrew Cunanan, se suicidó nueve días después.
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