La mayor retrospectiva de los últimos años sobre el artista ruso Vassily Kandinsky abrió hoy sus puertas en el Museo Guggenheim de Nueva York después de pasar por el Centro Pompidou de París y la Lenbachhaus de Múnich (Alemania).

El conocido museo neoyorquino acoge desde hoy y hasta el próximo 13 de enero la muestra "Kandisnky", fruto de una colaboración sin precedentes entre las tres instituciones museísticas y que repasa, a través de casi un centenar de piezas, la extensa obra del que fuera el genial precursor del arte abstracto.

"Fue uno de los pioneros de la abstracción y uno de los grandes teóricos de la estética en el siglo XX. En esta muestra podemos ver algunas de sus obras en las que vemos representaciones de elementos que desaparecen para crear la abstracción", explicó en declaraciones a Efe la comisaria de exposiciones del Guggenheim, Tracy Bashkoff.

Kandinsky (1866-1944), recordó, es "uno de los artistas que inició el vocabulario de la abstracción y usaba términos como 'improvisación de la composición' o 'impresión' para definir sus pinturas".

Para Bashkoff, las obras del genio ruso exploran, además, "la mente y el mundo interno del artista más que observaciones del mundo exterior", algo que quedará desde este viernes patente en el Guggenheim, gracias a una de las apuestas más importantes de la temporada con la que el museo celebra su medio siglo de existencia.

"Esta exposición es la celebración perfecta para el 50 aniversario del museo. Estas son algunas de las pinturas en que se inspiró el diseño del edificio y tenerlas aquí este año es algo muy especial para nosotros", aseguró la comisaria, quien dijo que Kandinsky es "un artista muy asociado al Guggenheim".

Se trata de la primera retrospectiva completa que acoge una entidad museística de Estados Unidos sobre Kandinsky desde que precisamente el conocido museo neoyorquino le dedicara, a principios de la década de los ochenta, tres exposiciones con las que evaluó su trabajo en diferentes medios artísticos.

Del Guggenheim proceden las creaciones más tardías del pintor ruso, de 1933 a 1944, que se incluyen en una potente y completa exposición que avanza en sentido ascendente por la conocida espiral que forma el museo y que se completa, en una de las galerías adyacentes, con una colección de sesenta obras en papel.

La exposición se basa en obras salidas mayoritariamente de los archivos del Guggenheim, el Pompidou y la Lenbachhaus, considerados como los mayores almacenes de las creaciones de Kandisnky, y se centra en los momentos claves que vivió el artista ruso y que marcaron su vida personal y artística.

El Pompidou parisino aporta las relacionadas con la Revolución de Octubre (1917) en Rusia y el movimiento alemán Bauhaus, mientras que del museo muniqués llegan creaciones correspondientes al movimiento "Jinete Azul", que Kandinsky creó junto a Paul Klee y Fran Marc y realizadas entre 1908 y 1914.

Completan el conjunto obras cedidas por otros museos y colecciones de Moscú, San Petersburgo, Washington, Basilea (Suiza), y las alemanas Düsseldorf y Stuttgart, entre otras ciudades, hasta abarcar todas las etapas de su producción.

El museo Guggenheim también incluye con la retrospectiva una muestra fotográfica que recoge los años que Kandinsky compartió con la artista alemana Gabriele Münter, entre 1902 y 1914, y que ésta se encargó de retratar en instantáneas que muestran el lado más personal del genio ruso.

La entidad museística completa la muestra con la exhibición del cortometraje "Kandinsky: A Close Look" ("Kandinsky: Una mirada cercana", en su traducción al español), del artista Grahame Weinbrem.