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Medvédev intenta desembarazarse de la sombra de Putin con un pragmatismo liberal

EFE

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, cumple hoy un mes en el Kremlin, tiempo durante el que ha dejado su impronta como líder liberal sólo en materia de derechos y libertades, ya que ha sido continuista en política exterior.

El ideario que ha desplegado Medvédev durante estas cuatro semanas podría describirse como "pragmatismo liberal", más alejado en las formas que en la esencia de la política aplicada durante los últimos ocho años por predecesor Vladímir Putin, ahora primer ministro.

"Medvédev tiene fama de débil. Quiero pensar que hará todo lo posible para demostrar lo contrario y ganarse el respeto de todos", señaló a Efe Serguéi Dorenko, comentarista política en la emisora independiente "Eco de Moscú".

Al igual que durante la campaña electoral, el nuevo líder ruso, de 42 años, ha hecho hincapié en la necesidad de combatir la corrupción funcionarial, el "nihilismo" jurídico y la falta de iniciativa ciudadana.

Una de sus primeras decisiones fue decretar la creación de un Consejo Anticorrupción, no en vano más de la mitad de los rusos considera que el nuevo Gobierno considera que será tan corrupto como los anteriores, según las encuestas.

A la imagen de modernidad que intenta transmitir, también han contribuido sus referencias a la necesidad de proteger el medio ambiente -40 millones de rusos viven en condiciones insalubres-, aunque está por ver si cumple su promesa de castigar a las corporaciones que contaminen.

Sin duda, la decisión que la he granjeado mayores alabanzas fue la de frenar esta semana la aprobación en la Duma de una ley que permitía el cierre de medios de comunicación en caso de calumnia reiterada.

El proyecto de ley, presentado por el partido oficialista Rusia Unida, encabezado por el mismísimo Putin, había sido muy criticado por la oposición, que acusa al Kremlin de intentar "amordazar" a la prensa.

Además, también ha dejado entrever la posibilidad de que el magnate Mijaíl Jodorkovski, fundador de la petrolera Yukos, sea amnistiado antes de cumplir los ochos años de cárcel a los que ha sido condenado en Siberia, algo impensable en tiempos de Putin.

Posteriormente, relevó del cargo al Jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Yuri Baluyevski, un halcón cercano al ex ministro de Defensa y actual viceprimer ministro Serguéi Ivanov.

Baluyevski mantenía desavenencias con Anatoli Serdiukov, el primer civil que ejerce la cartera de defensa y que fue elegido precisamente para combatir la corrupción en las filas de las Fuerzas Armadas.

De hecho, hasta 16 generales y más de 200 oficiales fueron procesados en 2007 por corrupción.

En política exterior es donde se perciben menos cambios en relación con la era Putin, ya que Medvédev ha seguido la senda marcada por su antecesor de oposición a la ampliación de la OTAN y el despliegue del escudo antimisiles estadounidense en Europa Oriental.

"El Atlantismo ha expirado. Ahora, debemos hablar de la integración de la comunidad euro-atlántica, de Vancouver a Vladivostok", señaló durante su visita a Alemania.

En Berlín también advirtió que ignorar a Rusia a la hora de tomar decisiones importantes en materia de seguridad supondría el retorno a la política de "bloques", por lo que abogó por la firma de un tratado vinculante de seguridad europea.

"No habrá confrontación, por supuesto, pero el precio de la ampliación de la OTAN sería muy alto", apuntó.

Así se lo hizo ver a los líderes de Ucrania, Víctor Yúschenko, y Georgia, Mijaíl Saakashvili, con los que el Kremlin mantiene unas tensas relaciones.

Medvédev subrayó que ninguno de los dos países debe forzar de manera "artificial" el acercamiento a la Alianza Atlántica, cuando en el caso de Ucrania, por ejemplo, la mitad de la población es contraria al ingreso.

En cuanto a los conflictos separatistas georgianos, Rusia seguirá promoviendo los contactos con las regiones de Abjasia y Osetia del Sur, y mantendrá a sus tropas en el terreno para garantizar la seguridad de sus habitantes, que en su mayoría ya han recibido la ciudadanía rusa.

"Putin sigue siendo la figura fundamental. Medvédev esperará a la primera crisis para tomar posiciones y asumir el mando", aventuró Dorenko.

De lo que no le será fácil desembarazarse a Medvédev será de la sombra de su antecesor, con el que forma un sistema que ya es conocido en Rusia como "Tandemocracia".

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