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Los mercados castigan el desacuerdo en la UE

El FMI aportará la ayuda para evitar el impago de la deuda griega y desbarata la estrategia de los especuladores

PILAR BLÁZQUEZ

Sólo hay que responder a una pregunta. ¿Quién paga el rescate de Grecia? Pero la lucha encarnizada que están protagonizando los bandos que encabezan respectivamente Alemania y el Banco Central Europeo corre el riesgo de colocar a la UE al borde de lo que algunos ya califican como el nuevo Lehman Brothers.

El miedo a que los líderes europeos no lleguen a un acuerdo para definir un segundo rescate de Grecia y la tensión en la política de Atenas, cada vez más débil para asumir los ajustes financieros que le exigen, derivó ayer en una jornada de extrema tensión en los mercados financieros.

El diferencial de la deuda española se dispara a su nivel más alto en el año

Desde el comienzo de la sesión, bolsas, mercados de deuda y euro entraron en una espiral bajista que sólo se frenó gracias a la intervención del Fondo Monetario Internacional a media tarde, pocos minutos antes del cierre de los mercados, al asegurar que aportará su parte del próximo tramo de ayudas del primer rescate a Grecia (valorados en 3.300), 'siempre que el país cumpla con los compromisos'. Este tramo de la ayuda, que finalmente ascenderá a 18.000 millones en lugar de los 12.000 inicialmente previstos, es imprescindible para que Grecia evite el impago de los inminentes vencimientos de su deuda.

Hasta esta declaración del FMI, que arruinó las apuestas de los especuladores a la baja, la presión fue extrema en el mercado de deuda pública y los diferenciales frente al bono alemán de los países de la periferia del euro se dispararon. La prima de riesgo griega llegó hasta los 1.503 puntos, el nivel más alto de la historia. El tipo de interés de los bonos a diez años superó el 17%. 'Esta situación hace imposible que Grecia continúe financiándose en los mercados', comenta Ignacio Cantos, director de Renta Variable de Atlas Capital. El contagio fue inmediato. Las primas de riesgo de Irlanda y Portugal también marcaron máximos, a pesar de que ambos países han sido ya rescatados. El diferencial irlandés escaló hasta los 863 puntos básicos y el portugués superó los 795 puntos.

Aunque, según aseguran los expertos del mercado, no hay una saña especial con España, el contagio en esta situación extrema es inevitable, como también le ocurre a Italia. El diferencial italiano escaló hasta 193 puntos básicos. Pero ayer España sufrió algo más, ya que tuvo problemas para colocar la emisión de obligaciones que tenía en la agenda. (Ver información adjunta). El diferencial entre el bono español a diez años y el alemán terminó la sesión en 274 puntos, después de haber superado los 280 puntos a lo largo de la jornada casi rozando el máximo histórico (283 que alcanzó tras el rescate a Irlanda). Lo que sí está en máximos de la era de la moneda única es el interés del bono a diez años que superó el 5,6%. 'A pesar de que la situación española es complicada, todavía está lejos de lo que los mercados consideran la zona de emergencia para activar un rescate que comenzaría tras superar el 7%', dice Alicia Herrero, de Inversis Banco.

El interés del bono español a diez años llega al 5,6%, el máximo desde 2001

En cualquier caso, los expertos de Inversis descartan que pueda llegarse a ese extremo. 'Cualquier solución a la que se llegue será mejor que esta indecisión, que es lo que no gusta nada', comentan.

Según los analistas, el principal temor es que Grecia sea sólo la punta de un iceberg financiero cuyo volumen nadie fuera capaz de adivinar. 'Una quiebra de Grecia sería relativamente asumible para Europa, pero el verdadero miedo es el contagio al resto de países', advierte Ignacio Cantos.

Las agencias de rating, que con sus calificaciones han contribuido a elevar la tensión, ya han amenazado con que en el caso de que haya una quiebra en Grecia, pondrán en perspectiva negativa al resto de países de la periferia del euro.

EEUU teme el contagio si los seguros tienen que pagar una quiebra

Bancos como los alemanes, franceses e incluso portugueses son propietarios de bonos griegos, aunque la inminencia del rescate ha desatado el miedo también fuera de la Unión Europea. La web MarketWatch, una de las publicaciones on line de referencia para el seguimiento de los mercados en EEUU, alertaba de que el miedo ahora se ha extendido también a los bancos de aquel país. No por su exposición a los bonos griegos, sino por los llamados CDS, los seguros contra el impago de la deuda que tanto se han utilizado para especular contra los países de la periferia del euro durante toda la crisis. Estos títulos han sido emitidos en gran media por entidades estadounidenses. En caso de que finalmente se declararse el impago, serían esas entidades las encargadas de pagar los seguros a los propietarios de los bonos griegos.

Eso fue lo que ocurrió tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008. En aquella ocasión fue la aseguradora AIG una de las que más CDS tuvo que pagar, lo que destrozó de tal manera su estabilidad financiera que más tarde tuvo que ser rescatada por el Estado.

No obstante, la exposición de los bancos estadounidenses sobre los bonos griegos podría ascender a 41.000 millones de dólares, muy por debajo de los 65.000 que deberían asumir los bancos franceses, los más afectados. Nadie en el mercado es capaz de cuantificar la cuantía a la que podrían ascender esos CDS.

Las apuestas a la baja contra el euro se deshicieron tras el anuncio del FMI

'Para evitar que finalmente se declare esa quiebra y tengan que asumir las pérdidas, su estrategia es unirse y presionar juntos contra la deuda periférica para que todo el mundo hable del asunto y los políticos se pongan nerviosos como ha ocurrido hoy', explica Luis Bengüerel, director de inversiones de Interbrokers.

La clave de esta presión controlada está en la evolución de las bolsas y en el mercado de divisas. Aunque durante los primeros momentos del día hubo fuertes caídas, estas se fueron aminorando poco a poco hasta casi anularse cuando el Fondo Monetario Internacional informó de que cubrirá su parte de ayuda hasta que Europa apruebe el nuevo fondo de rescate para Grecia. Al final, los índices bursátiles europeos cerraron casi planos.

El peor parado fue el FTSEbritánico que se dejó un 0,76% de su valor. El CAC francés, a pesar de que sus bancos son los más expuestos a la deuda griega, bajó un 0,38% y el Ibex 35 español cerró en 9.918 puntos, un 0,15% por debajo del cierre del miércoles. 'A los grandes no les interesa, de momento, sembrar un exceso de pánico. Están vendiendo de forma controlada', asegura Alberto Castillo, analista de Capital Bolsa.

A quienes la noticia del Fondo Monetario cogió más desprevenidos fue a los que habían apostado a la caída del euro. A lo largo de la sesión, la moneda única llegó a perder cerca del 1% al cotizar a 1,407 dólares. Esas apuestas se cerraron con urgencia y el euro recuperó los 1,417 dólares, el mismo cambio en el que había cerrado el miércoles.

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, rechazó ayer que las tensiones en los mercados en torno a la deuda española, provocadas por la situación en Grecia, vayan a condicionar el calendario electoral, e insistió en la necesidad de 'seguir con nuestras reformas, con nuestro plan y hacer todo lo posible, como miembros de la UE, para que la situación en Grecia se solucione lo antes posible'. Salgado, en declaraciones a la cadena Ser, negó que los mercados relacionen a España con Grecia de una manera particular: ' No es que nos relacionen con Grecia. Todos estamos relacionados con Grecia'. 

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