El Gobierno mexicano de Felipe Calderón reemplazó este fin de semana a 2.500 soldados y 1.500 policías federales por otros tantos efectivos en Ciudad Juárez, en el norte del país, para tratar de contener la violencia desatada por los narcotraficantes en esa zona del país.

'Buscamos mas que nada evitar que los soldados tengan cualquier tipo de colusión con grupos de delincuencia organizada', dijo Enrique Torres, portavoz del operativo conjunto que hay en Chihuahua.

Anoche los soldados llegaron por tierra y aire y esta mañana lo hicieron 1.500 policías federales, que mañana está previsto que comiencen a patrullar por la zona, indicó la misma fuente.

'Lo que se realizó fue un relevo de los que se han venido dando desde que inicio la Operación Conjunta Chihuahua. Ayer por la noche 2.500 soldados llegaron a la ciudad y la misma cantidad se retiró a otras partes de la República', dijo el portavoz.

El funcionario aclaró que este tipo de acciones se realizan cada 40 a 60 días como rotación permanente para darles descanso a los elementos que realizan jornadas agotadoras en Chihuahua.

Unos 7.500 policías y militares patrullan esta zona fronteriza con El Paso en el estado norteamericano de Texas.

Ciudad Juárez es una de las más violentas de México, donde el año pasado se cometieron 1.600 de los 5.630 homicidios dolosos ocurrido en México, según un recuento extraoficial del diario El Universal.

Otros datos oficiales apuntan a que en lo que va de año se han perpetrado unos 1.500 asesinatos en la ciudad mexicana, donde el personal militar y de la Policía Federal desplegado trata de prevenir la violencia asociada con los cárteles de la droga.