Miembros del movimiento 15-M y peregrinos de la JMJ han debatido hoy en la Puerta del Sol sobre la conveniencia de la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid en una asamblea espontánea tras los incidentes de los últimos días.

Aproximadamente un centenar de personas han participado en esta reunión inédita, que se ha celebrado junto a la estatua ecuestre de Carlos III y que ha tenido lugar en el mismo momento en el que llegaba a Sol el Vía Crucis que recorre varias calles de Madrid.

Aunque en un primer momento la policía ha instado a los participantes a cambiar de sitio, finalmente se ha instalado un dispositivo policial formado por tres furgonetas de la Unidad de Intervención Policial y varios agentes, que han formado una barrera entre los participantes y los asistentes a la procesión.

Los congregados han acordado volver a reunirse el domingo a las 20 horas para continuar debatiendo sobre la iglesia, la financiación o la figura del sumo pontífice, entre otros muchos asuntos.

La celebración de este encuentro se había convertido en una demanda visible entre algunos miembros del 15-M y esta tarde en el tablón del Punto de Información de Sol podía leerse un cartel que decía: "JMJ, 15M, abrazo colectivo".

Dado que algunos de los participantes no estaban acostumbrados al lenguaje asambleario que ha venido utilizando el 15-M, ha sido necesario recordar los símbolos de comunicación que se utilizan, como levantar las manos en lugar de aplaudir para no interrumpir.

Entre los asistentes, una mujer ha intervenido para recordar "lo que significó la figura de la iglesia durante el franquismo" y ha explicado que no quiere volver a ser "reevangelizada" como "parecen intentar algunos peregrinos".

Otro participante, por su parte, ha considerado "lamentables" algunas conductas de una y otra parte, y ha pedido que "todas las personas se respeten, sean de la creencia que sean".