El presidente del Gobierno se comprometió ante sus barones durante el Comité Ejecutivo Nacional del PP del pasado mes de octubre a publicar en diciembre de 2013 las balanzas fiscales (la relación de la recaudación de los ingresos procedentes de las comunidades autónomas por parte del Estado con su retorno a las mismas por vía de gasto), respondiendo así, entre otros, al PP catalán, que había pedido esto mismo al Gobierno semanas antes para desmontar el victimismo fiscal de Artur Mas como argumento independentista.

Sin embargo, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha retrasado su salida, al menos, hasta después de celebrarse la Convención Nacional del partido en Valladolid (31 de enero, 1 y 2 de febrero), esto es, hasta febrero o marzo. Al margen de que el solo anuncio de Mariano Rajoy ya causara malestar en algunos presidentes autonómicos -como el extremeño José Antonio Monago-, al paralizar las balanzas fiscales, Cristóbal Montoro no ha querido ahondar en la crisis interna que vive el PP debido a las diferencias políticas entre el Gobierno y las autonomías por 'demasiados' asuntos, reconocen en el PP. De hecho, son cinco polémicas, al menos, las que están minando la unidad del partido con diferencias de criterio muy acusadas por la ley del aborto, la financiación autonómica, el copago, la devolución de la paga extra a los funcionarios o la reforma local. 

El Partido Popular ha organizado para el cónclave de la semana que viene un 'ágora de debate' en el que participarán los barones del PP y los miembros del Gobierno de Rajoy; 'todos', según confirmó María Dolores de Cospedal el lunes en rueda de prensa. Aunque los temas que se abordarán en este foro no están cerrados, aseguran fuentes del partido, es previsible que tanto el aborto como la financiación autonómica (dos de los asuntos por los que el debate interno es más agitado) estén presentes. La secretaria general del PP sólo ha confirmado que en el ágora se tratarán asuntos 'políticos, sociales y culturales'.

La publicación de las balanzas fiscales en diciembre, tal y como se comprometió Rajoy a hacer, habría supuesto un motivo más de fricción interna en el PP y Montoro, según fuentes conservadoras, ha decidido posponerla 'con buen criterio'. Lo que en el partido ya no ven tan claro es que conocer estas balanzas 'vaya a suponer más beneficios que perjuicios' al Gobierno, pues el objetivo primero de éstas es desmontar el victimismo fiscal de la Generalitat catalana y argumento número uno de sus reivindicaciones independentistas. Sin embargo, 'el coste en una nueva pelea de presidentes puede ser alto', aunque de momento, se haya evitado llevarla a la Convención de Valladolid.

El equipo de Montoro trabaja en las balanzas fiscales desde un punto de vista 'académico', subrayan fuentes del Departamento, es decir, que un grupo de expertos -al modo en que se está abordando la reforma fiscal, con un comité encabezado por Manuel Lagares, catedrático de Hacienda Pública y padre de la reforma del IRPF que acometió el PP en 1999- analicen y expliquen el contenido de estas balanzas para evitar que el Ministerio de Hacienda las haga públicas sin más.

Evitar que los resultados de la recaudación autonómica se hayan conocido en diciembre como quería el presidente, además, ha evitado a Montoro llevar las balanzas fiscales también a la Convención del PP catalán, que se celebra este sábado 25 en Barcelona y que contará con la asistencia de Mariano Rajoy. 'No es el lugar para anunciarlas', aclaran en Hacienda.