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Napolitano se toma "una pausa de reflexión" antes de plantear una salida a la crisis italiana

EFE

El presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, anunció que se tomará "una pausa de reflexión" antes de plantear una salida a la crisis de Gobierno abierta con la dimisión de Romano Prodi, tras terminar hoy las consultas con los partidos políticos completamente divididos.

Napolitano no especificó cuando comunicará su decisión, cuyas posibilidades se reducen de hecho a convocar elecciones en primavera o encargar la formación de un Gobierno técnico de transición para cambiar la ley electoral.

La total división entre las fuerzas políticas para dar una salida a la crisis quedó plasmada hoy cuando Napolitano recibió al líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, y al del Partido Demócrata, Walter Veltroni, las dos principales formaciones políticas de Italia.

Berlusconi, con las encuestas netamente a su favor, insistió, tal y como ha hecho en los últimos días, en la convocatoria inmediata de elecciones, mientras que Veltroni pidió un gobierno de transición que cambie el sistema electoral en busca de mayorías más estables, alejadas de la "dictadura" de los pequeños partidos.

Tras este maratón de reuniones, Napolitano explicó que ha recibido a 19 delegaciones de partidos políticos, más los presidentes de la Cámara y Senado y tres ex presidentes de la República y que ahora necesita poner en orden las ideas.

E incluso bromeó cuando, dirigiéndose a los periodistas, exclamó: "vosotros mismos os habéis dado cuenta de cuánto es complicada y difícil la situación ante la fragmentación política de este país".

Según las declaraciones de los líderes de los partidos tras su encuentro con Napolitano, no existe una mayoría que pida elecciones anticipadas, por lo que el presidente de la República podría decantarse por la idea de un Gobierno de transición con el cometido de cambiar el criticado sistema electoral.

Pero el frente de las elecciones anticipadas, capitaneado por Silvio Berlusconi, no se rinde y hoy el ex presidente del Gobierno insistió en que "la ley actual puede garantizar una mayoría que permita gobernar los próximos cinco años".

Para Berlusconi, la inestabilidad del Gobierno de Romano Prodi no fue culpa del sistema electoral, sino del resultado tan ajustado de los últimos comicios.

La insistencia del magnate de la televisión privada parece haber convencido incluso a la Unión de Demócratas Cristianos y de Centro (UDC), aliados en la coalición de centroderecha, que en un principio pidieron un Gobierno de "pacificación" para la reforma electoral.

En un momento de su visita a Israel, el líder del UDC, Pierferdinando Casini, anunció hoy resignado que "ante la falta de disponibilidad (para formar ese Gobierno técnico) es mejor votar".

Por su parte, el líder del nuevo Partido Demócrata y principal formación de la fallida coalición del Gobierno, Walter Veltroni, expresó a Napolitano la necesidad de llevar a cabo las reformas antes de ir a las urnas.

El actual alcalde de Roma hizo dos propuestas al jefe del Estado: "fijar la fecha de las elecciones para la primavera de 2009 y, mientras tanto, realizar una serie de reformas institucionales y constitucionales necesarias."

La segunda opción de Veltroni es la de convocar las elecciones para junio, para antes cambiar sólo el sistema electoral.

Además de las opiniones de los representantes políticos, Napolitano podría tener en cuenta otras como la del presidente de la patronal italiana (Confindustria), Luca Cordero De Montezemolo, partidario de un Gobierno "institucional" que continúe las reformas.

Mientras Napolitano deshoja esta compleja margarita, en la prensa italiana continúan las conjeturas acerca de todas las posibilidades y así se plantea que, si hay un Gobierno de transición, el primer ministro sería un hombre de consenso.

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