Este artículo se publicó hace 15 años.
Netanyahu y Livni, divididos sobre un estado palestino
Las diferencias sobre un estado palestino probablemente echen por tierra los esfuerzos de Benjamin Netanyahu para forjar un gobierno amplio con su principal rival, la ministra de Exteriores Tzipi Livni, dijo el jueves un responsable de su partido, el Likud.
El agresivo Netanyahu, al que el presidente de Israel ha encargado que intente formar un gobierno de coalición, tiene previsto reunirse el viernes con Livni, en otro intento de reclutar al partido centrista Kadima, que respalda la demanda palestina de un estado propio.
Netanyahu, responsable del ultraderechista Likud, quiere cambiar el foco de atención de las conversaciones mediadas por Estados Unidos, pasando de los espinosos asuntos territoriales que establecerían los límites de un estado y centrándose en apuntalar la economía palestina.
Ya ha dicho que cualquier estado palestino debe tener una soberanía limitada y estar desmilitarizado.
"Existe un acuerdo a todos los niveles sobre Irán, Hezbolá y Hamás, pero hay una gran brecha entre Kadima y el Likud sobre dos estados para dos pueblos. Es insalvable", dijo Silvan Shalom, legislador del Likud y ex ministro de Exteriores, a la Radio del Ejército.
Livni ha dicho que Kadima no se uniría a un gobierno que no se comprometa claramente con una solución de dos estados para la resolución del conflicto entre israelíes y palestinos.
Como negociadora jefa israelí con los palestinos en el Ejecutivo saliente, Livni ha estado al frente de un proceso que prevé tierra por paz cuyos propósitos declarados son conseguir un estado palestino viable y seguridad para Israel.
"Desgraciadamente, las respuestas que estamos recibiendo de la dirigente de Kadima son que no hay posibilidad de que cambie su posición. Y parece que mañana dirá su último 'no'", dijo Silvan Shalom a la Radio del Ejército.
Preguntada por las palabras de Shalom, una portavoz de Kadima dijo que la posición de Livni no había cambiado.
George Mitchell, el enviado a Oriente Próximo del presidente estadounidense, Barack Obama, iba a reunirse en Israel con Netanyahu y los líderes del Gobierno saliente de cara a reanudar las conversaciones de paz. También visitará la ocupada Cisjordania.
Kadima ganó 28 de los 120 escaños del Parlamento, frente a los 27 del Likud, en las elecciones del 10 de febrero. Pero de las urnas surgió un fuerte bloque nacionalista y Netanyahu tiene el apoyo de los 65 diputados de la ultraderecha, suficientes para formar un gobierno en minoría.
Una coalición de ultraderecha podría llevar a fricciones con la Administración Obama, que ha prometido trabajar con premura para lograr un acuerdo de paz.
Netanyahu tiene otros 36 días para conseguir la aprobación parlamentaria a su gobierno.
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