¿Dejaría usted a su hija de 13 años dar la vuelta al mundo navegando en solitario durante dos años? Esa misma pregunta se han hecho los servicios sociales de la ciudad holandesa de Utrecht y han llegado a una conclusión: no procede. Por esa razón las autoridades han presentado una demanda contra los padres de Laura Dekker, una niña de 13 años que anhela convertirse en la persona más joven en dar la vuelta al mundo navegando en solitario y a la que sus progenitores han autorizado a embarcarse en la que, desde luego, podría ser la aventura de su corta vida.

La mayoría de los niños de esa edad están sometidos a horarios y controlados en sus movimientos la mayor parte del día. Resulta muy llamativo que unos padres autoricen a su hija preadolescente a ausentarse durante dos años afrontando peligros desconocidos e imprevistos. Para otros es simplemente irresponsable. Por eso, en su demanda, los servicios sociales reclaman al juez que retire temporalmente la custodia de Laura a sus padres y se la otorgue al Consejo de la Juventud de Utrecht. El juicio ha comenzado este lunes y se espera que el tribunal decida de aquí al miércoles.

La alarma de las autoridades saltó en julio, cuando el padre de Laura solicitó en el ayuntamiento de Wijk bij Duurstede, en el centro del país, autorización para suspender durante dos años la escolarización obligatoria de Laura. Tras intentar convencer inútilmente al señor Dekker de que abandonara la idea de enviar a su hija sola a los confines del mundo —el padre de la menor sigue insistiendo en que su hija zarpará el próximo 1 de septiembre 'pase lo que pase'—, los servicios sociales presentaron la demanda.

'Los padres de Laura son responsables de su hija. Nos preocupa que sigan diciendo que su hija partirá la próxima semana. En tal caso, necesitaremos un respaldo jurídico para actuar', advirtió un portavoz de los servicios sociales.