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No te líes: el pasaporte covid en hostelería no es un ataque a tu privacidad

Tener que mostrar el documento que certifica que estás vacunado para poder acceder a determinados espacios públicos como bares o restaurantes no atenta contra la privacidad ya que los datos personales no quedan registrados.

Asistentes a la manifestación convocada por la plataforma Bizitza, que recorrieron el sábado las calles de San Sebastián como protesta por la implantación del llamado pasaporte covid.
Asistentes a la manifestación convocada por la plataforma Bizitza, que recorrieron el sábado las calles de San Sebastián como protesta por la implantación del llamado pasaporte covid. Gorka Estrada / EFE

Nadie va a atacar la privacidad de nadie porque un camarero pida el pasaporte covid para entrar en su establecimiento. Por muchos inconvenientes que tenga este sistema (para el consumidor y para el hostelero), se trata de una medida que algunas comunidades autónomas han impuesto en un intento de racionalizar las salidas a bares y restaurantes, y que éstos no se conviertan en focos de contagio.

Pueden ser malas noticias para los negacionistas que no se han vacunado, pero lo cierto es que los preocupantes datos de los últimos días vuelven a hacer necesarias medidas como ésta. Si tan preocupados estamos por la privacidad de nuestros datos, repasemos con un experto en la materia si realmente hay motivo de preocupación.

Jorge Campanillas es abogado en San Sebastián, experto en Derecho tecnológico y apasionado de los datos. Tras un hilo remarcable en Twitter, Público se ha puesto en contacto con él para analizar la realidad de la relación cotidiana de los ciudadanos y sus datos.

Precisamente en su ciudad, el sábado pasado hubo una manifestación multitudinaria contra "la dictadura del pasaporte covid", convocada por la plataforma Bizitza.

"La sensación que tengo es que la gente está hasta las narices", comenta Campanillas, "y con la imposición del pasaporte covid en los bares la gente está diciendo que un camarero no te puede pedir esos datos, que se puede llamar a la Policía Municipal y que levanten actas". Y claro, uno puede hacerlo, se puede estar más o menos de acuerdo, pero lo que está haciendo el camarero es simplemente cumplir con una normativa vigente.

Porque la idea importante a transmitir en este caso es que "no hay que volverse loco" sino discriminar y darse cuenta de esos otros datos que entregamos alegremente en otras circunstacias y casi sin darnos cuenta.

"En el fondo, un hostelero tiene la obligación de pedir esos datos, de modo que si quieres entrar necesitas proporcionárselos", recuerda Campanillas, que se refiere siempre a una obligación legal, vigente en casi toda España.

Prácticamente todas las comunidades autónomas recogen este tipo de restricciones, excepto las dos Castillas y Madrid. "Nos podemos quejar en medios de comunicación porque nos están requiriendo datos que los que no están mejorando la pandemia", apunta Campanillas quien, sin embargo, alerta sobre otros datos personales que damos alegremente sin enterarnos, al menos aparentemente.

"No somos conscientes de que deliberadamente estábamos dando información, como en caso de la videovigilancia, que el hostelero tiene el cartel que obliga la ley pero del que no solemos hacer caso", sostiene este letrado, que añade: "Por ejemplo, si le pides un café con leche de soja, y explicaste eres intolerante a los lácteos, ya estás dando una información de salud".

Por tanto, no debería preocuparnos tanto el asunto del pasaporte covid en lo que a privacidad se refiere, sobre todo porque, además, el hostelero no hace uso de los mismos. "Mientras no registre los datos, como la aplicación que controla los datos, simplemente te dice si es válido o no", remarca este especialista en conversación telefónica con Público.

"Al camarero no le importa nada tus datos"

La aplicaciones en el móvil que rastrean los casos de covid no guardan datos, sino que se limitan a comprobar si el pasaporte covid es válido o no. "Al camarero no le importa nada tus datos", afirma Campanillas, que puede obtener de otras maneras si quisiera; por ejemplo, a partir de la información del datáfono si pagamos con tarjeta.

La propia CNIL en Francia (la autoridad gala en protección de datos ) aprobó la aplicación de rastreo proporcionada por el Gobierno francés el pasado año. Por las mismas fechas, la Agencia Española de Protección de Datos emitía un comunicado en el que se recordaba a las autoridades las normas que rigen en cuanto a tratamientos de datos personales, que han sido seguidas en todo momento.

O sea que no, nadie está aprovechándose de tus datos personales cuando entras en un bar a tomarte una caña y te piden en certificado covid: simplemente están cumpliendo con la ley.

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