"No se trata de amor al arte, sino de amor a nuestro arte"

El vídeo en Internet está cobrando cada vez mayor protagonismo en España. Un indicador ha sido la celebración, el pasado fin de semana en Bilbao, de la reunión Videoweb09, donde videobloggers de todo el país han charlado en el lenguaje que mejor conocen, el del vídeo.

Los recursos que la Red pone a disposición de cualquiera han permitido que proyectos de gran calidad hayan funcionado con mínimos recursos. Como muestra, 'Malviviendo', 'Lost in Bilbao' o el caso de 'Qué vida más triste', que llegó a la televisión tradicional al 'fichar' por 'La Sexta'.

Uno de los lanzamientos que más repercusión ha tenido en los últimos meses en la escena del 'web show' es el de los chicos de 'La Comuna'. Martín Milone, Roger Casas, Miriam Reyes y Carolina del Puerto son cuatro de los antiguos trabajadores de 'Mobuzz tv' –un proyecto empresarial de televisión en Internet que desapareció por problemas económicos– que junto a Edgar de León y Oliver Cuello, se han reconvertido en La Comuna.tv.

¿Qué es 'La Comuna' y qué no?
MIRIAM: En definitiva es una televisión online, pero entraría en muchas definiciones. Realmente es un cajón desastre. Cada 'show' ha sido diferente, por lo que la gente se puede encontrar cualquier cosa cada vez. Algunos de los capítulos han sido entrevistas, otros reportajes, otros más ficticios... Lo que hay es una estética común y una forma de contar las cosas muy personal y directa.

¿Algo experimental?
MARTÍN: Totalmente. No solo a nivel visual, también de cómo trabajamos como grupo. Es una suma continua de ideas, desde el guión hasta la presentación.

¿Cómo se une un grupo de gente y decide hacer un proyecto como éste?
CAROLINA: Para nosotros está claro que el nexo de unión fue Mobuzz TV. Allí nos conocimos y vimos lo que podíamos hacer juntos, aunque en el fondo 'La Comuna' sea algo muy diferente a lo que hacíamos antes.

El uso de redes sociales, blogs y microblogs para difundir vuestro proyecto ¿Qué papel juega?
ROGER: La relación es total, porque no es algo creado artificialmente. Estamos en un momento en el que la creación y la difusión de un producto en Internet tienen que ir juntas. Algunos de nuestros programas son respuestas a preguntas que hemos recibido a través de nuestros blogs, nuestros Twitter, Faceboook... Y esto sucede de forma natural porque el uso de estas herramientas es un hobbie para nosotros. Durante nuestra vida diaria los usamos para comunicarnos con nuestros amigos, familiares, entre nosotros... y un aspecto más es contar lo que hacemos en 'La Comuna'.

Esto os acerca al público de forma especial...
MR: Tenemos la sensación de que la gente nos percibe como unos amigos que hacen una televisión, porque compartimos sus gustos y hablamos con ellos.

¿Se puede vivir de lo que hacéis? ¿Lo pretendéis?

Si a un grupo que toca en directo en el bar de la esquina le llevas al Palacio de los Deportes, es otra cosa

MM: En estos momentos ‘La Comuna' es para nosotros un espacio de expresión. Cada uno tenemos nuestros trabajos, bastante relacionados con esto, por cierto, y con ellos nos ganamos la vida. No depender de inversores o presiones nos da una independencia que de otro modo no sería igual. Cuando nos apetece, nos reunimos y hacemos un programa y eso se ve en el resultado final. A cambio obtenemos la satisfacción del resultado y nuevas experiencias y aprendizajes.

¿Lo hacéis, como se suele decir, por amor al arte?

CP: No es por amor al arte, es por amor a nuestro arte, que es éste. Yo soy periodista y amo lo que hago. El resto de ‘comuneros', cada uno con su arte, (diseñador Web, cámara, editor de vídeo...) ama su trabajo. Queríamos demostrar que si nos reunimos seis amigos, podíamos hacer un videoblog y expresarnos con él.

¿Y no pretendéis nada profesional con ello? ¿Saltar a una televisión convencional, por ejemplo?
MM: Personalmente creo que algo como 'La Comuna' no funcionaría trasladándose a una televisión convencional, como fue el caso de ‘Qué vida más triste'. Perdería su razón de ser, su espontaneidad... sería otra cosa. Al final lo que sucede es que nosotros, que nos dedicamos profesionalmente a esto en nuestros trabajos, tenemos en este proyecto un currículum y, aunque no sea planeado, tenemos ahí un rédito.

RC: Ahora somos como una ‘jam session' en un pequeño bar. Si a un grupo que toca en directo en el bar de la esquina le llevas al Palacio de los Deportes, es otra cosa. Será bueno o malo, pero nunca igual.

¿Cómo es vuestra relación otros videobloggers?
MR: Nos conocemos todos, y nos 'followeamos'... No somos competencia de Balzac, ni de Malviviendo, ni de nadie. Formamos parte de una misma idea. Unos a otros nos vamos enriqueciendo, nos vemos y nos seguimos en las redes sociales, colaboramos unos con otros...

No somos competencia de Balzac, ni de Malviviendo, ni de nadie. Formamos parte de una misma idea

RC: Además tenemos un nexo de unión, que es el idioma. Hay proyectos muy interesantes que seguimos en Argentina, en México, en España... y aunque todos hacemos cosas muy parecidas cada una tiene un sabor diferente y todas juntas son compatibles.

MM: La gente carga en su iPod, su ordenador o el dispositivo que sea nuestro show y el de otros y los ve uno detrás de otro. Cada uno dura unos cinco minutos, así que es fácil ver varios en un rato. A todos nos interesa que los proyectos de los compañeros vaya bien, porque eso enganchará a la gente a consumir vídeo en Internet.

¿Cómo veis el futuro?
RC: No podemos hacer predicciones. Ninguno de nosotros pensaba, cuando empezamos con esto, que unos meses después íbamos a estar donde estamos, haciendo lo que nos gusta y con un montón de amigos viéndonos.

CP: Cuando nos cansemos nos dedicaremos a otra cosa. Ahora nos lo pasamos genial, cantando delante del micrófono, entrevistando a alguien que nos gusta o compartiendo nuestras aficiones y eso es lo importante. Por eso invitamos a que nos conozcan a cualquiera que quiera ver a un grupo de amigos contarles cosas sobre aficiones que puede ser que compartan, de una forma diferente, fresca, no convencional y que engancha.