Florida State ha terminado la temporada muy fuerte, pasará de ronda'. La frase podría ser de uno de los cientos de comentaristas de la televisión americana que siguen la información del baloncesto universitario o de algún miembro de las legiones de aficionados al deporte amateur del otro lado del charco pero, en este caso, fueron pronunciadas por Barack Obama, todopoderoso presidente de Estados Unidos.

El baloncesto es una de las grandes pasiones del mediático líder. No es extraño encontrar fotos suyas con un balón en la mano y muchos de sus asesores también comparten la afición por el deporte de la canasta. Este año, para demostrar su sabiduría, se ha atrevido a hacer la porra del March Madness, locura de marzo, nombre por el que se conoce el torneo final de baloncesto de la liga universitaria.

Durante poco más de un mes 64 equipos se baten en duelo a un solo partido hasta que sólo queda uno, el campeón. El torneo, intenso y muy popular, arranca hoy. La mano izquierda del presidente fue rellenando uno a uno los huecos en una enorme pizarra blanca en presencia de Andy Katz, periodista de la ESPN. Obama aliñó cada emparejamiento con una pequeña apostilla. '¿Que Arizona pierda en primera ronda tiene algo que ver con McCain, su rival en las pasadas elecciones?', preguntaba Katz sin ninguna inocencia. 'No, es un estado genial, me gusta jugar a golf allí, pero su equipo no es lo suficientemente fuerte. Me baso en la reputación', argumentó Obama.

Tampoco fue benévolo con Illinois, la universidad de su estado, a la que borró en segunda ronda de la competición 'a pesar de sus sentimientos'.

El presidente seguirá el torneo con interés, aunque probablemente no llegará a ver los partidos que terminen más tarde, algunos de madrugada, porque, según afirma, 'hay mucho trabajo por hacer'.

Obama recordó, mientras seguía con sus pronósticos, el torneo del año 79, en el que Michigan State e Indiana se enfrentaron en la final. En aquella temporada, la última que pasó el presidente en el instituto, se presenció el primer gran duelo entre Magic y Bird, que después marcarían una época en la NBA.

Entre comentario y comentario, Obama eliminó en primera ronda a Oregon State. La elección tiene un significado especial ya que el entrenador del equipo, Craig Robinson, es el cuñado del presidente. 'Me duele decirlo, pero la conferencia en la que ha jugado el equipo, la PAC-10, ha sido floja durante todo el año, no creo que pueda aguantar mucho', comentó Obama para justificar su contundencia.

'Demuestra que no concede nada al nepotismo, pero espero que se equivoque', comentó después entre risas su cuñado, quien también desveló que no había aconsejado al presidente para hacer la porra. 'Yo sólo le asesoro en economía, bromeó.

Las predicciones de Obama, sin grandes sorpresas, terminaron con la Universidad de Carolina del Norte (UNC en sus siglas inglesas) como campeona. Conoce bien el equipo, ya que el año pasado se entrenó con ellos en campaña.

El equipo, uno de los de mayor solera (allí comenzó su carrera Michael Jordan), está capitaneado por Hansbrough, una estrella en el país. El presidente justificó su elección por 'la experiencia y equilibrio del equipo'.