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¿La obesidad influye en el aumento de las cesáreas?

Reuters

Por Lynne Peeples

Cuanto más sobrepeso tieneuna embarazada al momento del parto, más riesgo corre de que sele realice una cesárea.

Uno de cada tres partos en Estados Unidos es por cesárea,una cirugía que puede causar complicaciones en la madre y elbebé, como infecciones, sangrados o una histerectomía.

Esta cifra es casi un 50 por ciento más alta que a mediadosde la década de 1990, según los Centros para el Control y laPrevención de Enfermedades de Estados Unidos.

"Como médicos, enfrentamos muchos problemas al tratar apacientes con índices de masa corporal (IMC) altos y uno es elaumento del riesgo de tener que hacer una cesárea", indicó aReuters Health la doctora Michelle Kominiarek, de la IndianaUniversity.

El IMC es un indicador del nivel de obesidad de una personaa partir de la relación entre su peso y su altura.

Kominiarek agregó que, aunque estudios previos habíanasociado el parto por cesárea y el IMC, ninguno había sido losuficientemente grande o detallado como para determinar cómootros factores, como partos vaginales o cesáreas previas,podían alterar ese riesgo.

El equipo de Kominiarek reunió datos de casi 125.000mujeres registradas en el llamado Consortium on Safe Labor, delos Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Todas laspacientes habían tenido un bebé entre el 2002 y el 2008. Luego,los autores analizaron las condiciones de cada parto.

El 14 por ciento de las mujeres había tenido cesárea, segúnpublicó el equipo en American Journal of Obstetrics andGynecology. Y por cada punto más de IMC, medido al ingresar alhospital para el parto, el riesgo de necesitar una cesáreacrecía un 4 por ciento.

El equipo descubrió también que ese riesgo variaba según sila mujer había tenido o no una cesárea previa.

Todos esos efectos se mantuvieron tras considerar factorescomo la edad materna, la etnia y la dilatación del cuellouterino al ingresar al hospital.

Las mujeres con una cesárea previa presentaban el doble deriesgo de tener una segunda cesárea: más del 50 por ciento delas mujeres en trabajo de parto tenía un IMC superior a 40, loque se considera obesidad mórbida o grave.

Lo que motiva en parte a optar por repetir una cesárea esel temor a que un parto vaginal genere desgarros en lascicatrices uterinas generadas a la altura del abdomen por elnacimiento previo.

No obstante, un estudio reciente halló que esas rupturasuterinas no son tan frecuentes como se pensaba; ocurren enmenos del 1 por ciento de los partos vaginales que se realizandespués de haber tenido una cesárea.

Otros factores asociados con el riesgo de necesitar cesáreaidentificados en el estudio incluyeron la edad materna superiora los 35 años, ser afroamericana o hispana y tener diabetes.

FUENTE: American Journal of Obstetrics and Gynecology,online 5 de agosto del 2010

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