Este artículo se publicó hace 14 años.
La obligación de ser terceros
Uruguay y Alemania disputan mañana en Puerto Elizabeth la final de consolación del Mundial, en la que ambos equipos consideran una obligación tratar de conseguir el tercer puesto del torneo.
Aunque en algunas ediciones precedentes del Mundial este partido apenas tuvo importancia, jugaron los futbolistas menos habituales de sus equipos y se vio un fútbol desenfadado, alegre y sin ataduras, en esta ocasión tanto los uruguayos como los alemanes van a tratar de ganar y no de que se vea un partido de exhibición.
Uruguay tiene muy claro que va a buscar el triunfo ante un rival teóricamente más poderoso y del que espera lo máximo.
Óscar Tabarez lo ha dejado claro. "El objetivo anterior fue luchar por ser al menos segundos. No se consiguió, pero ahora tenemos otro, el de ser terceros, y vamos a pelearlo", ha indicado.
Para esta selección, el valor del tercer puesto es inmenso, ya que sería su mejor clasificación en la historia del Mundial tras los dos títulos de 1930 y 1950 y mejoraría las dos cuartas posiciones que también aparecen en el historia futbolístico de los uruguayos.
En lo deportivo, las dudas se han suscitado en torno al estado físico de la estrella del equipo, Diego Forlán, que tiene problemas, pero podría volver a la alineación, al igual que el capitán Diego Lugano, que no jugó contra Holanda por lesión.
También estarán a disposición de Tabarez los sancionados en el último encuentro Jorge Fucile y Luis Suárez, segundo goleador del equipo con tres goles, por detrás de Forlán, que lleva cuatro.
Así las cosas, parece que el técnico no va a tener ningún impedimento futbolístico para conformar la alineación que considere más conveniente para afrontar el encuentro ante los alemanes.
"Nosotros queremos ser terceros, pero ellos también. Nosotros hemos superado la decepción de la derrota en semifinales y supongo que ellos también, por lo que va a ser un encuentro muy disputado", afirmó Tabarez quien ha dejado claro que a Uruguay "todavía le queda alguna cosa por hacer en este torneo", en alusión a acabar tercero.
Enfrente estará el equipo alemán, el que mejor jugó en la Copa hasta el partido de semifinal perdido contra España, según consideran los jugadores uruguayos.
Alemania tiene entre sus bazas a favor la de su potencial, pero quizá la decepción de la semifinal haya sido mayor que la de los uruguayos, pues partían como favoritos ante España, mientras que el Uruguay-Holanda se presentaba más equilibrado.
Un factor en contra de Alemania puede estar en que el valor de la tercera posición es menor para ellos que para los uruguayos y en la motivación que puede decantar este encuentro.
En lo deportivo, todo depende del planteamiento que finalmente proponga su técnico Joachim Loew, que recupera al goleador Thomas Mueller tras su sanción, quien junto a Miroslav Klose estarán seguro en la alineación pues tienen ambos registros individuales que alcanzar en la competición.
No es probable que Loew presente un equipo alternativo, ya que aunque jugar por el tercer y cuarto puesto ya no es una novedad para los alemanes, que estarán en su quinta final de consolación, en esta ocasión el objetivo parece claro.
Por ello, es más que probable que repita el equipo que jugó contra España con la excepción de Mueller que sería titular en lugar de Trochowski, con la duda en el lateral izquierdo entre Boateng, titular ante España, y Jansen, que le suplió en el segundo tiempo.
Alineaciones probables:
Uruguay: Fernando Muslera, Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Jorge Fucile, Edinson Cavani, Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos, Álvaro Pereira, Diego Forlán y Luis Suárez.
Alemania: Neuer, Lahm, Freidrich, Mertesacker, Boateng o Jensen, Khedira, Schweinsteiger, Mueller, Ozil, Podolski y Klose.
Árbitro: Marcelo Archundia (México)
Estadio: Nelson Mandela Bay (Puerto Elizabeth)
Hora: 20,30 (18.30 GMT).
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