Este artículo se publicó hace 12 años.
Algunos obstetras tienen conflictos religiosos con instituciones
Por Genevra Pittman
Una encuesta revela que más deun tercio de los obstetras y los ginecólogos de hospitalesafiliados a instituciones religiosas tuvo alguna vez unconflicto con su centro por las políticas de atención basadas enprincipios religiosos.
Esto incluye a más de la mitad de los especialistas de loshospitales católicos.
Los autores no les preguntaron a los médicos cuáles habíansido las causas de esos conflictos, pero la autora principalmencionó, a partir de su experiencia, los procedimientos deesterilización masculina, el uso de anticonceptivos y losabortos.
"Mi consejo para las mujeres es que pregunten antes deelegir el hospital al que concurrirán para atender su saludreproductiva y el embarazo", dijo la doctora Debra Stulberg, deUniversity of Chicago.
Las mujeres y los médicos deben lograr una buena interacciónen el caso, por ejemplo, de un aborto espontáneo. En lasinstituciones católicas, según explica el equipo, tratar a unamujer por una pérdida inminente del embarazo puede considerarseun aborto si el feto tiene latidos cardíacos.
"Es común que las parejas asuman que si concurren a unhospital católico para recibir la atención prenatal y delembarazo, las restricciones asociadas con el aborto no lasafectaría de ninguna manera porque, claro, no están concurriendopara suspender el embarazo", dijo Lori Freedman, sociólogamédica del Grupo de Investigación para el Avance de los NuevosEstándares en Salud Reproductiva de University of California,San Francisco, y que no participó del estudio.
Pero agregó que "la atención del embarazo podría complicarseen esas instituciones".
Desde la finalización del estudio, Freedman colaboró conStulberg para realizar las entrevistas de seguimiento de algunosde los médicos participantes.
El equipo de Stulberg consultó a más de 1.100 obstetras yginecólogos de Estados Unidos sobre sus experiencias en loshospitales y los consultorios.
Uno de cada cinco ejercía en un centro afiliado a unainstitución religiosa. El 37 por ciento de ellos había tenidoalgún conflicto con las políticas de atención basadas enprincipios religiosos.
En los hospitales católicos particularmente, el 52 porciento de los especialistas había tenido un problema, segúnpublica el equipo en American Journal of Obstetrics andGynecology.
"La diferencia es sorprendente entre los médicos quetrabajan en los hospitales católicos y los que lo hacen en loshospitales de otras denominaciones religiosas", dijo Stulberg."Algunos de esos conflictos serían exclusivos de los hospitalescatólicos", agregó.
Eso, según precisó Freedman, sería porque esos centros desalud aplican restricciones más específicas a la atención quealcanzan a los servicios de salud reproductiva. Por ejemplo, nobrindan información sobre los métodos anticonceptivos.
Pocos obstetras y ginecólogos de hospitales religiosos o nodijeron que se sentían limitados en el tratamiento del embarazoectópico (cuando el embrión crece fuera del útero y no lograsobrevivir).
"Fue positivo ver que la mayoría de los hospitales nointerfieren con el juicio médico en esos casos", dijo Stulberg.
El estudio aparece en el medio de una controversia sobre unadecisión del Gobierno de Barack Obama de exigirles a los planesde seguro de los hospitales católicos y de otras denominacionesque cubran los métodos anticonceptivos de sus empleados.
La Asociación Católica de Salud de Estados Unidos (CHAUSA,por sus siglas en inglés) estima que el 13 por ciento de loshospitales estadounidenses son católicos y que reciben un 16 porciento de las internaciones del país.
Un vocero de CHAUSA escribió por correo electrónico aReuters Health: "Los programas de educación médica no son nuevosen la mayoría de los hospitales católicos, están en prácticadesde hace muchos años".
Y agregó que "además, la Asociación Católica de Salud deEstados Unidos está desarrollando nuevos recursos para susbienvenidos programas educativos sobre las Directivas Eticas yReligiosas para los Servicios de Salud Católicos, incluidossegmentos especialmente destinados a los médicos".
El estudio se realizó con un subsidio de los InstitutosNacionales de Salud y de la Fundación Greenwall, que promueve lainvestigación en bioética, y la Fundación John Templeton.
FUENTE: American Journal of Obstetrics and Gynecology,online 28 de abril del 2012.
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