Este artículo se publicó hace 15 años.
La ópera para todos vuelve a la Gran Vía después de cincuenta años
Después de cincuenta años sin exhibir un espectáculo de ópera, la Gran Vía volverá a abrir la taquilla para este género de la mano de la compañía Opera Romántica que lleva a Puccini y Verdi al Teatro Compac de Madrid hasta el próximo 14 de junio.
Con el objetivo de acercar la ópera a todo tipo de públicos, con precios más asequibles -desde 35 a 60 euros la entrada-, la compañía Ópera Romántica creada por Arriba el Telón Producciones propone cuatro grandes obras maestras del género: "La Bohéme" (del 5 al 10 de mayo), "Madame Butterfly" ( del 12 al 24 de mayo), "Rigoletto" (del 26 al 31 de mayo) y "La Traviata" ( del 2 al 14 de junio).
Según el director artístico de la compañía, Carlos Bosch, la selección de estos títulos de Puccini y Verdi es la mejor para que el gran público entienda y se acerque a la ópera pues los libretos de todas ellos son argumentos universales por lo que no habrá sobre el escenario una pantalla con subtítulos en español.
"La estrella es la obra en sí y la música no un cantante ni un director artístico", ha resaltado hoy Bosch en la presentación de estos espectáculos que cuentan con 26 solistas, un coro dirigido por Ester Gastaldy formado por 20 cantantes, una orquesta comandada por Carlos Cuesta e integrada por 24 profesionales, además de decenas de músicos, bailarines o técnicos.
En cuanto a la escenografía de los cuatro títulos, Bosch ha resaltado que están al servicio del libreto original, si bien han hecho alguna variación como en "La Traviata", ambientada a principios del siglo XX y no en 1853 cuando Giuseppe Verdi la escribió o la iluminación de "Rigoletto" algo más atrevida que las puestas de escena convencionales.
Además, en función matinal, el Teatro Compac presenta "La Flauta Mágica" para que el público infantil con Mozart como anfitrión conozcan las diferentes artes que componen la ópera: la partitura, los músicos, las voces, la danza, la iluminación o los decorados.
El reto de llegar a un escenario de Madrid con un repertorio lírico para el gran público ha sido una apuesta clara desde hace cinco años, no exenta de obstáculos como no han dudado en manifestar todos los componentes de la compañía.
Para el director musical Carlos Cuesta, iniciativas como esta muestran que falta una oferta para un estrato medio cultural, de unos cuarenta años, "que no se plantea acudir al Teatro Real pero sí a un musical de la Gran Vía".
Además, supone, ha dicho, una oportunidad para otros artistas de alto nivel que "no están en manos de los representantes que manejan de los circuitos de siempre".
En este sentido, la soprano María Ruiz de Orduña, ha elogiado el atrevimiento y el tesón de esta compañía por lograr entrar en la escena lírica madrileña copada "por modas, marketing y grandes figuras".
"No se nos contrata en papeles secundarios porque tenemos voces potentes pero tampoco como protagonistas", ha destacado Ruiz quien ha lamentado que esta situación difiera mucho de la que viven otros artistas en EEUU e Italia, donde existen más oportunidades.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.