Este artículo se publicó hace 15 años.
Ordóñez defiende elevar los impuestos contra el déficit
Avisa de que el agujero de las cuentas públicas no se resolverá con la recuperación
Pedro González
El elevado nivel que ha alcanzado el déficit público (cerrará este año en unos 100.000 millones de euros, equivalente al 9,5% del PIB) obligará a tomar "medidas ambiciosas" en el control de las cuentas públicas, tanto por la vía del gasto como de los ingresos. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aprovechó su comparecencia de ayer en el Senado sobre los Presupuestos de 2010 para reclamar un "ajuste fiscal" que permita rebajar el déficit.
El gobernador reclamó "la adopción de una estrategia transparente y creíble" para volver al equilibrio presupuestario. Tal estrategia no supondrá sólo recortar el gasto (pero "de manera que se reduzcan al máximo los posibles efectos negativos sobre el crecimiento", dijo Ordóñez), sino también "resultará inevitable" tocar algunos impuestos; especialmente, los indirectos (el IVA o los que gravan los carburantes, el tabaco y el alcohol), que son los de mayor potencial recaudatorio y que tienen un efecto económico "más neutral". El gobernador reclamó, además, un compromiso para que los ingresos de la subida fiscal se destinen "en su totalidad a la reducción del déficit".
El gobernador pide que las autonomías se sumen al ajuste presupuestario
El regulador financiero insistió en la necesidad de acometer esta estrategia contra el déficit, pues gran parte del desequilibrio de las cuentas públicas tiene un carácter estructural y "no se corregirá con la recuperación económica". En este proceso deben implicarse también los gobiernos autonómicos, adoptando "profundas reformas estructurales del gasto público" y con una ejecución "rigurosa" de sus presupuestos.
Insiste en que el año 2010 va a ser "complicado" para las cajas de ahorros
Las palabras del gobernador están en línea con las manifestaciones realizadas la semana pasada por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, quien cifró en una cantidad entre 20.000 y 30.000 millones el recorte del gasto necesario en los próximos tres años para bajar el déficit al 3% del PIB que exige la UE, a la vez que pidió un pacto de todas las administraciones en esta dirección.
Cajas de ahorrosDurante su comparecencia, Fernández Ordóñez se refirió al proceso de reestructuración del sistema financiero. Dijo que las disputas políticas en las cajas de ahorros "cuestan dinero a los contribuyentes", aunque no se refirió a ningún caso concreto, y reiteró que estas entidades van a afrontar un 2010 "complicado".
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