Este artículo se publicó hace 15 años.
Paisaje volcánico con sabor a vino
Esa imagen que parece fantástica es la de La Geria, en Lanzarote. Arena de un negro sublime en la que se cultiva la uva de una manera única en el mundo.
Cualquiera diría que en las tierras de arena negra volcánica de La Geria se pueda cultivar algo. El paisaje de este rincón de Lanzarote no se parece a ningún otro. Es una rareza, una curiosidad que sorprenderá hasta al más pintado. Y sin embargo, si se fija la atención, en esa arena como tizón se aprecia la irregular geometría de los miles de arcos de piedra que actúan como cortafuegos, y se vislumbran los racimos que parecen salir de la tierra como por arte de magia. Recorrer el territorio de La Geria, declarado Paisaje Protegido en 1987, es un viaje que aúna enoturismo, monumentalidad y, antes que nada, impresionantes estampas que grabar en la cámara y en la retina.
La puerta de entrada a La Geria por el pueblo de Uga, al sur de la isla, es sin duda la más impresionante. Al fondo, ponen el marco nada menos que el Parque Nacional de Timanfaya y el Parque Natural de los Volcanes. La Geria se ubica justo en el centro de la isla y abarca los municipios de Yaiza, Tias, Tinajo, San Bartolomé y Teguise. En una ruta viajera por esta zona, se hace imprescindible, en primer lugar, conocer su forma de cultivar el vino, única en el mundo: la uva crece en hoyos excavados en ceniza volcánica. La visión, por lo inédito, no puede ser más espectacular. La uva, además, es también especial: se trata de la malvasía, una variedad que se cultiva típicamente en islas. Grecia, Sicilia y, principalmente, Canarias, son sus terrenos predilectos. En 1993 nació el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote, para garantizar la calidad de estos caldos, y recorrer las bodegas que los producen en La Geria es la mejor manera de acercarse de primera mano a su producción y comercialización.
La malvasía de La Geria es un tipo de uva propio de islas: se cultiva en Grecia, Sicilia y, principalmente, Canarias.Si queremos vivir la experiencia todavía de manera más próxima podemos hacer coincidir nuestra visita con la época de vendimia, manual y en la que las mujeres suelen emplear los atavíos para protegerse del sol que ya usaban sus abuelas. Algunas familias todavía se ayudan de camellos y burros para cargar las cajas de uvas, lo que convierte la actividad en todo un espectáculo para el neófito.
Pero los atractivos de La Geria van más allá del vino: tomando como punto de partida el Monumento al Campesino, del artista César Manrique, es posible recorrer otros puntos de interés que justifican una visita a este lugar de negras arenas volcánicas. Por ejemplo, La Vegueta, un pueblo en el que las casonas siguen recordando su pasado esplendor. Desde allí se alcanza el Pago de Yuco, desde donde se aprecia la ermita de la patrona de la Vegueta y de la bahía de Cuba, Nuestra Señora de Regla. Como curiosidad conviene apuntar que su imagen fue traída de Cuba por el indiano Don Marcial Borges. Otra iglesia a la que ha que prestar atención es la de Nuestra Señora de los Dolores, patrona de la isla, que cuenta con una bella linterna.
San Bartolomé es un pueblo más de los que podemos visitar en nuestra ruta, y la ermita de Nuestra Señora de la Caridad, otro de los templos, que cuenta además con una curiosa historia: construida a principios del siglo XVII, en 1730 la erupción del Timanfaya la sepultó, para, años más tarde, volver a ser desenterrada. En el interior se encuentra uno de los lienzos más importantes de Lanzarote, la Virgen de la Caridad del Cobre, de procedencia americana, pintada por Cristóbal Hernández de Quintana.
Si hemos visto todo, o la mayor parte de esto, bien nos merecemos una recompensa en forma gastronómica. Podemos optar por platos típicos como las papas arrugadas con mojo, los pejines, el puchero canario, el conejo en salmorejo o la carne de baifo (cabrito) embarrada con mojo picón y frito. En cuanto a la bebida, está claro: un vino de La Geria que nos dejará definitivamente en el paladar el gusto de esta tierra mítica.
La web de turismo de Lanzarote cuenta con un apartado específico dedicado a vinos en el que podemos conocer las bodegas de la zona y los puntos de visita interesantes que nos encontraremos si seguimos esta peculiar ruta enoturística.
Dónde comer
En Nazaret (Teguise) Lag-O-Mar trabaja una cocina ecléctica en la que abundan los pescados. En El Golfo, junto a la playa, Bogavante se centra también en los pescados, mariscos y arroces de corte marinero.
Dónde dormir
A pocos kilómetros de San Bartolomé encontramos Finca de La Florida, con habitaciones dispuestas en torno a un patio interior. Caserío de Mozaga, en la localidad del mismo nombre de Teguise, es una típica casa de labranza canaria con habitaciones de mobiliario antiguo. Yaiza es una de las localidades que ofrece un mayor número de alojamientos. Entre ellos destacan Casa del Embajador, en Playa Blanca, un conjunto de casas de pescadores del siglo XIX con aires mediterráneos e impresionantes vistas, y Finca de Las Salinas, una mansión del siglo XVIII en la zona del Parque Nacional de Timanfaya.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.