La investigación de los atentados de Bombay del pasado mes de noviembre apunta a que Javed Iqbal, un paquistaní que vivió en Barcelona (noreste de España) y Brescia (norte de Italia), compró desde esta última ciudad las tarjetas telefónicas usadas por los terroristas.

Según un informe de las autoridades indias y que publica hoy el "Corriere della Sera", el cabecilla del comando terrorista, Ismael Khan, dio recomendaciones a los miembros de su grupo a través de un "número digital" y cinco tarjetas telefónicas con prefijos austríacos, que encargó a una empresa norteamericana.

El dinero para pagar estos servicios telefónicos, un total de 238,78 euros, fue enviado desde Brescia por el paquistaní Javed Iqbal, que antes de vivir en Italia y partir a Pakistán, donde fue detenido, vivió en Barcelona.

Las autoridades italianas investigan cómo entró Iqbal en Italia y si tenía cómplices en Brescia o en alguna otra ciudad del país.

El "Corriere della Sera" recoge una extracto de una conversación entre uno de los terroristas que se atrincheraron en el centro de rezo judío Nariman House de Bombay y otro del Hotel Oberoi, en la misma ciudad.

Uno de ellos dice que los medios "están comparando lo que está sucediendo con el 11 de septiembre" y el otro comenta que tiene cinco personas cautivas.

A continuación, el primero comenta que hace falta "infligir el máximo daño posible", a lo que le contesta el segundo que "amenace a las personas que ha capturado, menos a los dos musulmanes".

El pasado 26 de noviembre un comando terrorista lanzó un ataque contra diferentes lugares de Bombay y mantuvo en jaque a las fuerzas de seguridad indias durante tres días.

Al menos 179 personas, entre ellas una veintena de extranjeros, murieron en los atentados y más de 300 resultaron heridas.

El Gobierno de la India ha acusado al grupo cachemir Lashkar-e-Toiba, con base en Pakistán, de estar detrás de los atentados y ha pedido a las autoridades paquistaníes que actúen con contundencia contra esa organización.