Este artículo se publicó hace 16 años.
El petróleo y la banca arrastran la Bolsa a un nuevo mínimo anual con 11.383 puntos
La bolsa española bajó hoy el 3,03 por ciento, la quinta mayor caída de ejercicio, y registró un nuevo mínimo anual (11.383 puntos) perjudicada por la bajada de las plazas internacionales, la mala situación del sector financiero y por el récord del precio del petróleo (147,5 dólares).
El principal indicador del mercado nacional, el Ibex-35, en el que todas las empresas bajaron, cedió 356 puntos, el 3,03 por ciento, hasta 11.383,50 puntos, nivel similar al de finales de julio de 2006. Desde el comienzo del ejercicio acumula unas pérdidas del 25,02 por ciento.
Por su parte, el índice general de la Bolsa de Madrid cayó el 2,93 por ciento; el Ibex Small Caps, el 2,14 por ciento, y el Ibex Medium, el 2,67 por ciento.
En cuanto a las bolsas europeas, también todas en los niveles más bajos del año, a lo que contribuía el euro, que se negociaba a 1,59 dólares, París bajó el 3,09 por ciento; Londres, el 2,82 por ciento; Milán, el 2,68 por ciento, y Fráncfort, el 2,41 por ciento.
La bolsa española empezó la sesión con ganancias considerables, cercanas al 1 por ciento, que se sustentaban en el avance del 0,7 por ciento de Wall Street en la sesión anterior.
Sin hacer mucho caso al IPC español de junio, que subió seis décimas y se situó en el 5 por ciento, las ganancias empezaron a menguar.
La posibilidad de que la Reserva Federal estadounidense saliera al rescate de las firmas hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae y la subida del precio del petróleo -el Brent había subido ayer cinco dólares, hasta 142 dólares- traían las pérdidas al mercado nacional.
Mientras el Brent ganaba ya un dólar una hora después de la apertura y se cambiaba a 143 dólares por el temor a que Israel e Irán se enzarcen en una guerra, los resultados de General Electric, que bajaban el 6 por ciento en el segundo trimestre, estabilizaban a la bolsa sobre los niveles del día anterior.
Con la intervención de la entidad danesa Roskilde Bank y con la progresiva subida del Brent, a un ritmo de un dólar por hora -llegaba a 146 dólares a las 11:00 horas GMT-, la bolsa descendía hasta los mínimos del ejercicio y tocaba el nivel de 11.600 puntos.
Con un informe negativo de Lehman Brothers sobre la banca española y con la rotura del soporte de 11.600 puntos, la bolsa bajaba hasta 11.450 puntos con un descenso del 2,5 por ciento.
La caída de Wall Street en la apertura, por la mala situación de las firmas hipotecarias, por el aumento del 2,6 por ciento de los precios de importación en junio y por el nuevo máximo histórico del petróleo -el Brent subía a 147,5 dólares- no afectaba a la bolsa española, que intentaba recuperar el nivel de 11.500 puntos.
Aunque la cotización del petróleo impulsaba a la del euro hasta 1,594 dólares, la subida de la confianza de los consumidores estadounidense en julio contenía la caída de Wall Street, que finalmente sucumbía y arrastraba a la bolsa hasta el mínimo del año con la mayor caída desde el pasado 5 de febrero.
Todos los grandes valores bajaron: BBVA cedió el 3,25 por ciento; Iberdrola, afectada por un informe negativo, el 3,09 por ciento; Banco Santander, el 2,43 por ciento; Telefónica, el 2,12 por ciento, y Repsol, el 1,57 por ciento.
Ferrovial encabezó las pérdidas del Ibex con una caída del 7,17 por ciento, seguida de Banco Popular, que cedió el 6,89 por ciento; Abertis, el 6,34 por ciento; Bankinter, el 6,28 por ciento; Iberia, el 6,21 por ciento, y Sacyr, el 6,19 por ciento.
Bajaron entre el 5 y el 6 por ciento cinco compañías (Cintra; BME; Criteria; Técnicas Reunidas y OHL), mientras que perdieron entre el 4 y el 5 por ciento cuatro empresas (Abengoa; Banesto; Unión Fenosa, e Inditex). Las menores pérdidas correspondieron a Banco Sabadell, el 1,36 por ciento y Enagás, el 1,46 por ciento.
En el mercado continuo destacó la caída del 33,83 por ciento de Martinsa-Fadesa por el retraso en la renegociación de deuda por importe de 150 millones (237,5 millones de dólares, al cambio de hoy), mientras que Puleva Biotech comandó las ganancias con una subida del 7,33 por ciento.
La rentabilidad de la deuda española a largo plazo subía cuatro centésimas y se situaba en el 4,7 por ciento, y el efectivo negociado ascendió a 4.270 millones de euros (6.761,5 millones de dólares), de los que algo más de 1.250 millones (1.979,3 millones de dólares) procedieron de operaciones efectuadas entre inversores institucionales.
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