El presidente de Albania, Bamir Topi, llegó hoy a Kosovo en una visita de tres días, en un momento en que los albano-kosovares se preparan para proclamar en breve la independencia de esa provincia serbia.

Topi encabeza una delegación de cerca de cien miembros, entre ellos representantes del Gobierno y el Parlamento de Albania, líderes de los partidos políticos, artistas, académicos y otros.

Tras la llegada a Pristina, el presidente albanés hizo una ofrenda floral ante la tumba del líder del independentismo albano-kosovar, Ibrahim Rugova, fallecido en 2006.

En la capital de Kosovo han sido instalados grandes paneles con la imagen de Topi y lemas de bienvenida.

Albania apoya la soberanía de Kosovo, y el pasado miércoles Topi declaró en Estrasburgo (Francia), en una intervención ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que la solución "inevitable" a la situación de Kosovo es una "independencia rápida".

Al inicio de la visita a Kosovo, Topi se reunió con el jefe de la misión administradora interina de la ONU en la provincia (UNMIK), Joachim Rücker, y tiene previsto entrevistarse también con el presidente kosovar, Fatmir Sejdiu.

Topi se dirigirá hoy también a los diputados del Parlamento de Kosovo y será investido como doctor honoris causa de la Universidad de Pristina.

Durante la visita, que concluye el domingo, Topi se reunirá también con otros líderes albano-kosovares y visitará las ciudades de Pec (oeste) y Prizren (sur).

Los dirigentes albano-kosovares aseguran que la proclamación de la independencia de Kosovo es "cuestión de días", y que será coordinada con Estados Unidos y la Unión Europea (UE), por quienes esperan ser reconocidos incluso sin el visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU.