La Audiencia Nacional ha ordenado prisión comunicada y sin fianza para los cuatro presuntos miembros de ETA detenidos esta semana en Navarra y Valencia y que, según Interior, integraban un comando preparado para atentar en la comunidad foral, según el auto judicial difundido el sábado.

La orden de prisión se ha dictado por entender el juez Santiago Pedraz que hay indicios sólidos de que los detenidos iban a cometer un delito grave y por existir además riesgo de fuga, según el texto judicial.

Dos de los detenidos, Xabier Rey Urmeneta y Aurken Sola Campillo, "formarían parte de un comando autónomo de legales (no fichados) integrado en la organización terrorista ETA, con la suficiente formación y material necesario para el inicio de la realización de acciones de carácter terrorista".

Según la Audiencia, las vigilancias policiales efectuadas permitieron comprobar que ambos se desplazaron a Francia para reunirse con el considerado jefe de los comandos de la banda armada, Mikel Garikoitz Aspiazu, alias "Txeroki", y en sus domicilios y en un trastero se halló material para fabricar explosivos y documentos relacionados con ETA.

"Tales hechos serían constitutivos de un delito de integración en organización terrorista (..)", señala el auto, que se refiere también al delito de tenencia y depósito de armas, "tenencia de explosivos con fines terroristas", y conspiración para "la comisión de distintos delitos de naturaleza terrorista".

En el caso de Araitz Amatria Jiménez y Sergio Boada Espoz, se les considera autores de un delito de colaboración con banda armada.

La detención de estos cuatro presuntos miembros de ETA se produjo dos días antes de que estallara un coche bomba en un aparcamiento de la Universidad de Navarra, que dejó 17 heridos leves.

La explosión se produjo tras recibirse una llamada en nombre de ETA en la DYA de Álava que alertaba de la colocación de un coche bomba pero no del lugar en el que estaba estacionado el vehículo.