Todos los años, desde 1998, varias asociaciones y ayuntamientos de Murcia y Alicante celebran un particular homenaje al poeta Miguel Hernández, una ruta a pie de tres días en por los campos y localidades que nutrieron su poesía. Desde Orihuela, donde nació, escenario de uno de sus más sobrecogedores poemas, Llanto por la muerte de Ramón Sijé, hasta Alicante, testigo de su temprana muerte en prisión por su compromiso con los valores de la República. Pasando por los campos en que fue pastor, madurando una poesía bucólica y profunda, con ecos del siglo de oro, fruto de esa "vida elegida del campo [...] Vida perfecta, monda y en flor".

El camino comienza en la Casa Museo de Miguel Hernández, en Orihuela. Se trata de una modesta vivienda de principios de siglo con establo y huerto, donde ordeñaba las cabras que luego pastoreaba por la vega del Segura y se iniciaba en la lectura de la poesía del Siglo de Oro. Hasta los quince años estudió con los jesuitas de Orihuela, que percibieron el talento del joven y le dieron una beca, pero a esa edad su padre dispuso de él a tiempo completo como pastor.

La ruta recorre a pie durante tres días diversos lugares de Murcia y Alicante 

Durante esta primera etapa de la ruta, que dura unas cinco horas a pie por un paisaje de naranjos y limoneros, se atraviesan las localidades de Redován, donde nació su padre, Callosa de Segura, Cox, donde vivió con Josefina Manresa y nacieron sus dos hijos, Granja de Rocamora y, por fin, Albatera, donde murieron muchos compañeros de armas al término de la contienda, ese "[...] tren agonizante / que nunca acaba de atravesar la noche".

El segundo día, el camino, de cuatro horas, pasa por San Isidro, otro de los escenarios de la represión posterior a la guerra, Crevillente y Elche, donde recibió su primer y único premio literario y donde hoy hay una universidad dedicada a su memoria. A esta ciudad de raigambre fenicia y musulmana se trasladó Josefina Manresa con su único hijo vivo tras la muerte del poeta, y en su Archivo Municipal se encuentran depositados los manuscritos originales de sus obras. Merece la pena pasear por las calles de esta ciudad mediterránea, descansar en El Palmeral, un oasis dentro de la ciudad, o apreciar las huellas de las diferentes culturas en el Museo Arqueológico.

El tercer y último día de la ruta hay que recorrer 20 kilómetros a través de campos de almendros entre Elche y Alicante, donde perdió la salud y murió encarcelado el 28 de marzo de 1942. Allí compuso sus últimos poemas: "Yo que creí que la luz era mía/ precipitado en la sombra me veo". Una cruel ironía quiso que ocurriese en una de las ciudades más luminosas y transparentes del Levante. Allí se encuentran sepultados él, Josefina Manresa y su hijo Manuel Miguel. Tal vez, lejos de la oscuridad del odio y la guerra sus almas disfruten de la luz del día, como él deseó para su querido Ramón Sijé: "Volverás a mi huerto y a mi higuera: / por los altos andamios de las flores/ pajareará tu alma colmenera/ de angelicales ceras y labores. / Volverás al arrullo de las rejas / de los enamorados labradores."

Más información
Más información sobre la ruta en www.miguelhernandezvirtual.com o www.amigosmiguelhernandez.org y en los teléfonos 965 30 02 45 y 91 311 64 72. En agosto también se realiza una ruta nocturna, coincidiendo con la luna llena. La Senda del Poeta se suele programar el último fin de semana del mes de marzo para celebrar el aniversario de la muerte del poeta. En 2010 se conmemora, además, el centenario de su nacimiento y hay programadas distintas actividades durante el año. También los Ayuntamientos de Orihuela, Redován, Callosa de Segura, Cox, Granja de Rocamora, Albatera, San Isidro, Crevillente, Elche y Alicante ofrecen información sobre los lugares de interés relacionados con la vida del poeta.

Dónde comer
En Elche, La Finca es uno de los principales referentes de la oferta gastronómica de la provincia. En Alicante, La Cantera es una excusa para acercarse a la playa.

Dónde dormir
Si realiza la Senda con la Fundación Miguel Hernández y Amigos del Poeta, en primavera, ellos se encargan de organizar y reservar el alojamiento en albergues, así como las comidas. Si no, en Orihuela, la mejor opción es el Hotel Melià Palacio de Tudemir, un edificio del siglo XVIII rehabilitado que ofrece en verano interesantes ofertas. En Elche, el hotel Huerto del Cura, en pleno palmeral, brinda un emplazamiento inmejorable.