Este artículo se publicó hace 15 años.
Rajoy también esquiva hablar de escuchas
Ahora se limita a denunciar que hay «un trato diferente a distintos grupos políticos»
Ni una palabra sobre las supuestas escuchas ilegales a dirigentes del Partido Popular. El presidente del PP, Mariano Rajoy, ni siquiera contestó ayer a la pregunta que le formularon en una entrevista emitida por Radio Galega. "¿Hay escuchas ilegales en España?", interpeló sin rodeos el redactor. "Lo que hay es un trato diferente a distintos grupos políticos", se limitó a responder Rajoy.
En línea con la táctica estrenada el martes en el Congreso por la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, Rajoy sustituyó las acusaciones sobre escuchas (acerca de las cuales el PP sigue sin mostrar ninguna prueba) por un reproche genérico a una supuesta persecución a sus dirigentes.
Rubalcaba «culpó a un comisario, pero no sabemos qué va a pasar con él»
Como si su partido no hubiera denunciado nunca que la democracia y el Estado de Derecho están en peligro, el presidente del PP se limitó a decir que lo único que quiere es "un trato igual para todos; que la Policía sea de todos" y no un instrumento del Gobierno. "Todos hemos visto cómo se ha detenido a militantes del PP" y "se ha llamado a las televisiones". "La inmensa mayoría de estas personas luego han sido absueltas", argumentó. Y, para demostrarlo, citó la información "muy cumplida" que, según él, ofreció Sáenz de Santamaría en el Congreso (en realidad, ese día la portavoz del PP citó algunos casos y no dio detalles sobre las supuesta lista de casos archivados).
Sobre esta información, que el PP especula con trasladar al Parlamento Europeo, la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, recomendó a la oposición que evite "hacer el ridículo" y no pierda el tiempo tratando de enturbiar la Presidencia española de la Unión Europea, que comienza el 1 de enero.
Las quejas
El PSOE aconseja a la oposición que no acuda a Europa a «hacer el ridículo»
Sí se quejó Rajoy expresamente del trato de fiscal Cándido Conde-Pumpido, al que acusó de actuar "con saña" contra su partido y "no hacer nada" contra el vicepresidente Manuel Chaves (una denuncia presentada contra él por una supuesta subvención irregular fue archivada, aunque sigue pendiente la formulada por el PP) ni contra Alberto Saiz, que ya dimitió como director del CNI. Y volvió a criticar al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien exige explicaciones por las "informaciones secretas que publican" los periódicos.
"El último caso" de trato desigual, explicó Rajoy, es el de Baleares, donde un juez investiga quién se benefició de la construcción de un velódromo impulsado por el anterior Gobierno del PP y que costó el doble de los previsto. "Unas personas fueron detenidas y esposadas y se avisó a las televisiones. Eso atenta contra el honor, es inaceptable y no ocurre en otros casos. [Rubalcaba] le echó la culpa a un comisario, pero no sabemos qué va a pasar con él", añadió.
Por todo ello, replanteará ambos asuntos en la primera sesión de control del Congreso en septiembre. También pedirá explicaciones a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega por haber anunciado que el fiscal recurriría la decisión del TSJ de Valencia de archivar la causa contra el presidente Francisco Camps por los regalos que recibió de empresas vinculadas a la trama Gürtel.
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