Este artículo se publicó hace 15 años.
Rajoy prepara la dimisión de Bárcenas
El presidente del PP, Mariano Rajoy, comienza a levantar el escenario para montar el espectáculo de la dimisión del tesorero del PP, Luis Bárcenas. Tanto Rajoy como Federico Trillo, el hombre que lleva la estrategia político-legal en la operación Gürtel, han dejado saber, en conversaciones privadas, que Bárcenas tiene que dar un paso al frente y elevar su dimisión. El límite de esa estrategia era la frontera del Tribunal Supremo. Esa frontera ya ha sido traspasada.
Hasta ahora, Bárcenas había solicitado al Tribunal Superior de Justicia de Madrid y al Supremo que se le diera traslado de las actuaciones. El martes pasado, los letrados de Bárcenas solicitaron por primera vez que "se señale día y hora para la declaración" del tesorero. El artículo 118 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, precisamente, permitiría la declaración voluntaria de Bárcenas sin tener que solicitar previamente al Senado el desafuero o suplicatorio para que el senador pueda declarar. Esto es potestad del juez instructor del caso, Francisco Monterde. Sería una diligencia previa para determinar si los hechos justifican la petición de suplicatorio.
Mariano Rajoy y Federico Trillo no desean, por nada del mundo, el espectáculo de la petición de suplicatorio.
Por tanto, la declaración voluntaria de Bárcenas, caso de que el juez Monterde la admita y fije una fecha inmediata, en cuestión de días, permitiría ganar algo de tiempo. Una hipótesis podría ser, según fuentes del PP, esperar a su declaración sin suplicatorio, ver la posición del juez Monterde y tomar la decisión. Pero si el juez opta por solicitar el suplicatorio, sólo le queda a Bárcenas entregarse.
Pero la otra opción, la de la declaración voluntaria, tampoco tranquiliza al PP. "Sería mejor que Bárcenas no se aferre a sus cargos", es el mensaje que le envían al tesorero. ¿A su cargo en el partido? ¿O también a su escaño de senador? La verdad es que los dirigentes prefieren que Bárcenas desaparezca del paisaje.
Bárcenas está convencido, según fuentes del PP, de que la ofensiva interna contra él es muy poderosa dentro del partido. El actual tesorero bajo investigación estima que la Comunidad de Madrid es uno de los focos de esa ofensiva.
"Los ataques más salvajes contra Barcenas han sido canalizados a través de medios de comunicación que han mantenido siempre a raya a Mariano. Cuando Rajoy ha preguntado si alguien ve alguna cicatriz en el partido, el hecho es que Esperanza Aguirre ha tenido que cargar con el abandono de tres aforados de la Comunidad de Madrid por la operación Gürtel. Y le gustaría que Mariano también se quede con alguna cicatriz", dijo a este diario un dirigente popular.
Si la impresión de Bárcenas es correcta, no parece que el PP, como ha declarado Rajoy esta semana, sea "cada vez más grande y más unido". La cuenta atrás de Bárcenas está en marcha.
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