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Razones para dar un toque a Bankia

Grupos del 15-M convocan a bloquear sucursales de la entidad en todo el país en el aniversario del anuncio de su nacionalización. Ser ‘cansinos' es el leitmotiv de esta protesta pacífica y acorde a la ley

JAIRO VARGAS

'Elegimos Bankia como objetivo porque hay que hacer leña del árbol caído. Ha sido rescatada y cada español ha puesto mil euros para ello. Todos, no sólo desahuciados y preferentistas, somos afectados de Bankia'. Así explican desde GILA , uno de los colectivos que promueve el llamado Toque a Bankia.

GILA actúa sobre todo en el madrileño barrio de Lavapiés. Surgió al calor del 15-M y representa al fantasma del humorista homónimo. Según explican, esta es una nueva acción dirigida a paralizar la actividad habitual en las oficinas de la entidad a través de lo que ellos denominan 'cansinismo': una serie de acciones coordinadas a través de Internet que se materializarán el próximo jueves con largas colas de usuarios que pasarán por su sucursal para actualizar su libreta, abrir una cuenta para cerrarla a la media hora, pedir información sobre productos financieros, donar una céntimo a una ONG o, simplemente, fingir una lipotimia en la puerta.

Precisamente el jueves se cumple un año de la nacionalización del Banco Financiero y de Ahorros (BFA) , matriz de Bankia. Este proceso, por el que el Estado pasó a controlar el 100% de BFA y, con ello, el 45% de Bankia, bien podría ser la crónica de una quiebra anunciada que todo el mundo, desde los políticos que se sentaban en su consejo de administración hasta el propio Banco de España- trató de ocultar hasta que no hubo más remedio que recurrir al dinero público para tapar los agujeros contables que sumaban un montante de 10.444 millones de euros, según cifró el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB) en diciembre de 2012.

Un año después, el 15-M no ceja en su empeño de señalar a los culpables de la crisis financiera. 'No somos mercancías en manos de políticos y banqueros' fue uno de los lemas más repetidos hace casi dos años, cuando cientos de miles de personas tomaron las plazas para exigir una democracia más participativa en lugar de la actual, supeditada a intereses financieros que están llevando a los ciudadanos a sufrir el mayor retroceso en derechos sociales desde tiempos inmemoriales.

Por ello, desde febrero, a través de una herramienta web desarrollada por Hacktivistas, GILA, junto a otros colectivos abrió, un documento de texto editable por cualquier interesado para que, con la premisa de actuar contra Bankia, se fueran poniendo ideas en común. 'La gente comenzó a escribir lo que quería. Muchos colectivos hicieron distintas reivindicaciones y todos estábamos de acuerdo con ellas'.

El objetivo, más allá de señalar el caso de Bankia como el ejemplo de lo que no tiene que ser una banca pública, se resume en seis exigencias: paralización total de los desahucios y dación en pago retroactiva; destinar todas las viviendas de Bankia -incluidas las destinadas al banco malo- a formar una parque de alquiler social; recuperación de las participaciones preferentes y una auditoría ciudadana de la deuda de Bankia para, con lo recuperado por considerarlo deuda odiosa, destinar fondos a partidas de gasto social recortados, como sanidad o educación.

Por último, el más grande de los retos: Nacionalización completa de la entidad, pasando su control íntegro a manos del Estado y 'estableciendo mecanismos de transparencia, participación del 99% y democracia directa en su consejo de administración', explican en la web de la convocatoria.

A esta iniciativa se han sumado varios colectivos que ya se las habían visto con Bankia previamente. Adicae , la PAH, Democracia Real Ya e incluso trabajadores de Iberia secundarán esta iniciativa que busca paralizar Bankia sin recurrir a ningún tipo de violencia ni actividades fuera de la legalidad. De hecho, lo bueno de esta acción, indican desde GILA, es que puede participar cualquiera que lo deseé sin riesgo de identificación o sanción por participar en una manifestación no autorizada, ya que sólo ejercerán 'derechos básicos de los clientes', desde la apertura hasta el cierre de las oficinas, indican.

Razones no faltan para darle un toque a lo que se denominó la mayor caja de ahorros de España, pero que poco después se descubrió que era una burbuja más grande incluso que la inmobiliaria. 'Las manifestaciones se nos quedaban cortas. Son muy importantes pero no nos sirven para lograr los objetivos', explica un miembro de GILA a Público, quien añade que no se trata de una sola cita, sino que puede ser permanente en el tiempo hasta lograr sus objetivos.

'No quedará ahí la cosa. No nos centramos sólo en Madrid, sino que se distribuirá allá donde halla sucursales, incluso en Miami tenemos constancia de que se practicará. Tenemos respuestas que nos dicen que la gente se está organizando en Jerez, Ciudad Real, Valencia, ... en muchos sitios', enumeran.

Uno de los motivos que salta a la vista para que colectivos ciudadanos actúen contra esta entidad son los desahucios. En repetidas ocasiones, desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que apoya esta iniciativa, se ha dicho que Bankia es el banco que más desahucios ejecuta, al menos en la Comunidad de Madrid, cifrándolos entre un 70% y un 80% del total. Un portavoz de la entidad asegura que no hay datos que atestigüen esa afirmación y que desde 2011 han concedido más de 4.000 daciones en pago y 80.000 adecuaciones a los cambios en la situación económica de las familias desde el 2009.

Sin embargo, desde colectivos como la PAH o la Asamblea de Vivienda, denuncian que Bankia continúa  desahuciando a familias mientras es propietaria de un gran número de viviendas vacías. A esto hay que sumarle varias inyecciones de capital público que suman alrededor de 30.000 millones de dinero público entre inyecciones del FROB y tras el rescate financiero que sobrevino después  del desfalco de sus cuentas. Ocupaciones como las del domingo pasado en Catalunya, donde activistas antidesahucio irrumpieron en 12 sucursales para exigir renegociaciones para afectados, ponen sobre la mesa el malestar ciudadano. En Madrid, varios afectados por la hipoteca organizaron lo que se conocío como Acampada Bankia . Durante más de cien días, la madrileña plaza de Celenque, donde Caja Madrid tiene varias de sus oficinas, fue ocupada por desahuciados demandando negociar con la entidad su situación. Por eso, desde la PAH no descartan continuar con estos 'toques' y no sólo contra Bankia.

El fenómeno de las participaciones preferentes es otro de los comportamientos más sangrantes que se achacan. Aunque no es exclusivo de la entidad, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) estima en 6.000 los millones que, de momento, han perdido los clientes de Bankia que firmaron los contratos, en muchos casos sin saber qué firmaban. Adicae ya interpuso una demanda conjunta que agrupaba a 300 preferentistas, todos clientes de Caja Madrid. Desde Bankia matizan que en ninguna de las sentencias al respecto se habla de estafa y que ha establecido un arbitraje al que ya se han acogido más de 29.000 afectados. Coinciden en la cifra, 6.000 millones, pero matizan que no es dinero perdido, sino que es el montante que Bankia emitió en preferentes y otros derivados, una suma que deberá ser estudiada en cada caso.

Pero 29.000 afectados son muchos. Más aún, aclaran desde GILA, teniendo en cuenta que se concedieron sobre todo cuando aún eran cajas de ahorro, entes públicos 'con gente del PP, PSOE, IU y sindicatos en su junta directiva'.


El 18 de julio del 2011, Rodrigo Rato hacía sonar la campana con la que Bankia salía a bolsa . Una salida muy cuestionada, casi obligada por el Gobierno, que también presionó para la fisión de las cajas con más activos tóxicos, ya mayoría procedentes de la especulación inmobiliaria (Caja Madrid y Bancaja las más notables). El resultado fue un banco malo previo al Sareb con unos activos tóxicos por valor de más de 40.000 millones de euros .

Sin embargo este dato no trascendió para posibilitar la salida a bolsa de la entidad, algo que, a posteriori, ha costado al país un rescate bancario . Rodrigo Rato dimitió el día de la nacionalización y fue Goirigolzarri, procedentes del BBVA, que actualmente lleva las riendas.

Tras ser admitidas a trámite varias querellas por falsedad contable y estafa mercantil contra esta operación, entre ellas la de la plataforma ciudadana 15-MpaRato, tanto el propio Rato como toda la junta directiva fue imputada en un proceso que aún continúa abierto. Sin embargo, eso no ha impedido al exvicepresidente segundo del gobierno de Aznar y exdirector general del FMI fichar por Telefónica como consejero asesor para Latinoamérica y Europa.

Por todo ello, desde el 15-M llaman a cualquier ciudadano a formar largas colas en la puerta de las sucursales, porque como explican los miembros de GILA, 'somos anticapitalistas, pero de forma graciosa'.

Desde Bankia han asegurado a Público que no entran a valorar este tipo de iniciativas y que esperan que el jueves sea un día de 'normalidad'.

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