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Repartidas las papeletas para un Óscar que suena a Javier Bardem

EFE

Tras una pretemporada plagada de galardones, los pronósticos se han cumplido y Javier Bardem está más cerca del Óscar que nunca, al optar en la categoría de mejor actor secundario por su papel de brutal asesino en la película de los hermanos Coen "No país para viejos".

La de Bardem era una de las interpretaciones más aclamadas del año en una de las películas que más elogios han cosechado entre la crítica. Tras ser el primer español candidato al Óscar en la historia de estos premios en el año 2000 por "Antes que anochezca", vuelve a competir por la estatuilla dorada.

En 2000, las opciones sonaban improbables y no fue una sorpresa que fuera Russell Crowe con su "Glatiator" el que se llevara el gato al agua, pero este año, suena como favorito.

Pero Bardem, a pesar del prestigio acumulado y de una interpretación incontestable, cuenta con lastres históricos, como su nacionalidad extranjera, puesto que todo el mundo recuerda cómo la estadounidense Marisa Tomei derrotó a un nutrido grupo de prestigiosas británicas en 1992.

Por otra parte, los asesinos sanguinarios dividen a la Academia, y si bien esta apuesta no ha sido ganadora en esta categoría desde 1995, cuando Kevin Spacey se reveló como el Kaiser Szoze de "Sospechosos habituales" (1995), el mal fue el vehículo que llevó a Forest Whitacker al Óscar al mejor actor el año pasado por "El último rey de Escocia".

Y es que en los Óscar todo puede pasar, y más en la categoría de interpretación de reparto que tradicionalmente, además, se entregan al principio de la gala, con la intención de captar a la audiencia desde el primer momento.

Este año, un actor con Óscar, Philip Seymour Hoffman, podría ser un incómodo rival, que por una parte tiene como respaldo otras grandes interpretaciones, como "The Savages" y "Antes que el diablo sepa que has muerto", aunque su reciente victoria por "Capote" (2005) reduce sus posibilidades como vencedor por "La guerra de Charlie Wilson", de Mike Nichols.

Según la tendencia de los académicos a reconocer a grandes veteranos del cine -como Alan Arkin por "Pequeña Miss Sunshine" (2006) y James Coburn por "Aflicción" (1999)-, serían peligrosos rivales Tom Wilkinson, por "Michael Clayton", y sobre todo Hal Holbrook, prestigioso actor de televisión, por la película de Sean Penn "Hacia rutas salvajes".

El efecto inverso, el de alentar a nuevas estrellas, es menos habitual, aunque el caso de Angelina Jolie en 1999 podría servir de precedente para Casey Affleck, que a su premiada interpretación en "El asesinato de Jesse James" suma en la recámara la de otra cinta bien recibida en 2007, el debut de su hermano Ben en la dirección "Adiós, pequeña, adiós".

Bardem cuenta, no obstante, con la carrera más larga de vaticinios para llevarse el galardón: sus opciones al Óscar sonaron firmes pero precipitadas ya en la presentación de la película en el Festival de Cannes, y fueron ganando peso con el avance de los meses, especialmente tras su candidatura a los Bafta de la Academia Británica y, sobre todo, la victoria en los Globos de Oro.

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